El central albiceleste Juande salta de cabeza en un lance ante el Coria. - Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno1 min lectura
La Lebrijana, poco a poco, va sacando la cabeza. Si bien el siempre competitivo equipo de Joaquín Hidalgo no ha alejado la amenaza del descenso, lo ha dejado a cuatro puntos tras su última victoria frente al San Roque de Lepe, tres puntos que el conjunto lebrijano debe a su capitán: Juande.
El central es una pieza insustituible para el entrenador de la escuadra del Bajo Guadalquivir. Lebrijano y canterano, su peso en el vestuario es incalculable, una relevancia que se traslada al terreno de juego. Pieza básica en la retaguardia, esta temporada se está destapando como un improvisado goleador. Juande suma siete goles, que le convierten en el segundo máximo realizador de su equipo, sólo por detrás de Panadero (9).
Sin embargo, independientemente de los números, la valía de sus goles va más allá. Así, sus dos últimos tantos contra el San Roque de Lepe sirvieron para remontar un 1-2. Y en la jornada 19, su gol significó el 0-1 final contra el Écija; seis puntos que llevan la firma de Juan de Dios Doblado González.
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