Las noticias este fin de semana estuvieron protagonizadas, de nuevo, por las
riadas sufridas. En este caso, la peor parte se la llevaron localidades malagueñas como
Ronda, Campillo o Teba, aunque Sevilla también se vio afectada. En concreto, la
Sierra Sur. Al respecto,
El Rubio, La Jara y Los Corrales. Este último, que jugó ante el San Marcos tardó
cerca de 24 horas en regresar a casa, pasando la noche varios de los expedicionarios en El Saucejo o, incluso, en localidades cercanas.
"Miedo no se llegó a pasar, pero sí incertidumbre, sobre todo los familiares, que estaban en casa", manifestó Eduardo Álvarez, presidente de El Rubio, que se encontraba de viaje en Málaga, pero que estuvo pendiente en todo momento de los suyos.
La expedición del club rubeño partió, como es habitual, del polideportivo de la localidad, el sábado a las 16:15 h, rumbo a Montellano, donde disputaron su correspondiente encuentro de Liga, regresando cerca de diez horas después. Una vez
finalizado el partido, comenzó la odisea. "Al acabar, le comunicaron que la A-92 estaba cortada, teniendo que parar en La Puebla de Cazalla. Para más inri, se estropeó la puerta del autobús donde iban los equipajes y los bocadillos de los chavales, por lo que tuvieron que parar a comer. Posteriormente, les comunican que hay una ruta alternativa: Marchena-Écija-El Rubio, aunque tuvieron que permanecer en Marinaleda, ya que una de las entradas estaba cerrada al desbordarse el río", relató el presidente rubeño.
La expedición constaba de un microbús y tres coches particulares en los que iba el entrenador, el mítico Amador Saavedra 'Caña', y algunos jugadores que optan por desplazarse en sus vehículos particulares, estando el resto de los coches de los jugadores aparcados en el polideportivo, como es habitual.
"Debido al desbordamiento del río (Blanco),
se inundó todo el polideportivo. Menos mal que
se rompió una puerta y el agua corrió como una riada. El agua subió un metro, aunque los coches al final no corrieron peligro. Ahora bien, como dicen mis jugadores,
la noche que pasaron no se la desean a nadie", contó el mandatario.
No han corrido la misma suerte las instalaciones deportivas de El Rubio. "El agua
se ha llevado el césped del campo de fútbol 7. El de fútbol 11 lo están evaluando, pero no se descarta que lo cambien, ya que el técnico dice que
el barro ha podido llegar a la base", manifestó Eduardo Álvarez.
El problema se traslada ahora a lo deportivo. "Jugamos esta semana en casa y no sabemos dónde vamos a jugar ni entrenar. Tenemos cortadas las salidas a localidades cercanas como Marinaleda o Estepa", señaló Caña, míster rubeño, que confía en poder entrenar un par de días antes de enfrentarse al Utrera Atlético esta jornada.