Sin hacer demasiado ruido, la Lebrijana se ha convertido en un trampolín para los jugadores jóvenes que llegan a sus filas. Esta temporada ya se han producido dos casos y el mairenero Miguel Reina acabará cumpliendo su segunda temporada rayando a un nivel muy alto.
Sin embargo, se marcharon, primero Urri (Leganés B) y en los últimos días del mercado invernal Fran Sabaté, uno de los jugadores franquicia de la Balompédica que dio el salto a Segunda división B (Extremadura).
Sin el mediapunta habitual, uno de los jugadores de más calidad (disputó 20 encuentros y anotó 4 goles), Joaquín Hidalgo, míster albiceleste, se ha reinventado y ha cambiado el sistema a un 1-4-4-2, siendo la alineación de dos puntas la mayor novedad.
Así, Javi Forján (otro joven valor que está brillando) es fijo en la punta de lanza, teniendo como compañero arriba a José Antonio, Eloy y Gabri, éste en dos ocasiones, en los cuatro partidos que se llevan jugados sin Sabaté hasta la fecha. El rendimiento no ha bajado y el balance es de dos triunfos, un empate y una derrota.