La
Estrella San Agustín es la revelación en el
Grupo I de División de Honor. No estaba llamado a luchar por la zona alta, pero en este momento es sexto, a un punto del ascenso. Es decir, el modesto club panadero está compitiendo con presupuestos superiores, como los del
Salerm Puente Genil, Xerez Deportivo...
Sin duda, se trata de un caso extraordinario que conlleva varias claves. "La
Estrella ha vuelto a ser lo que era", señala
Carlos Conejero, entrenador blanquiazul, en referencia a que ha abandonado la pujanza económica que el pasado año aportaba
AMC FC (actualmente en el
San Roque de Lepe) por volver a sus valores de "equipo familiar, de barrio".
De hecho, lo primero que llama la atención es que sus jugadores no cobran, llegando a rechazar propuestas de equipos de superior categoría. El club ofrece autobús en los desplazamientos, ropa de entrenamiento y de viaje. Y cada viernes, tras la última sesión, organiza una convivencia con sus futbolistas.
La implicación es total de un equipo que ha llegado a proponer, en pos de un mejor rendimiento, salir media hora antes en los desplazamientos para desayunar por el camino y llegar en mejores condiciones, desayuno que abonan ellos.
La
Estrella cambia la seducción económica por la deportiva. "Cuando hemos hablado con los jugadores les ha gustado que el proyecto es serio y humilde. No se van porque están a gusto", señala
Conejero, que destaca también la antelación con la que se comenzó a trabajar: "En junio teníamos una lista de 40 jugadores". A un partido de la salvación virtual no renuncian a soñar.
Carlos Vizcaíno2 min lectura