Ha sido intervenido de varias roturas en su pierna izquierda

Garrido (Gerena) recupera la sonrisa tras ser operado

Cayó gravemente lesionado ante el Cádiz B (fractura de peroné y ligamentos de la tibia izquierda); habla maravillas de su etapa rojinegra.

Garrido (Gerena) recupera la sonrisa tras ser operado
El defensa rojinegro Garrido, sonriendo en la camilla. - Carlos Vizcaíno
El fútbol es así, como bien diría alguno. Sin embargo, en muchas ocasiones el balompié no reparte justicia. Respecto a esto último bien podría hacer algo el gerenense Jesús Garrido.

Después de 23 años de trayectoria (Betis, Nervión, tres ascensos a Tercera con tres equipos...) el defensa rojinegro sufrió ante el Cádiz B la cara amarga del fútbol: “Salté solo y caí mal. Salté con más maldad y perdí el equilibrio. Sentí el hueso salir y entrar”, recuerda el de Pino Montano, que sufrió en el 85’ una de las lesiones más graves de un futbolista: fractura de peroné y ligamentos de la tibia izquierda.

Sin embargo, si algo caracteriza a Garrido es su sonrisa perenne. “Está claro que esto no le gusta a nadie, pero me lo he tomado bien. Nada más salir del quirófano estaba bromeando. No queda otra, hay que mirar hacia adelante”, manifestó, añadiendo que: “Pensaba dejar el fútbol esta temporada; se lo dije ya a José Juan (Romero, míster del Gerena). Quería acabar bien, pero se ha dado así. Ha sido una pasada jugar aquí, ha sido el mejor año y medio de mi vida. El fútbol que aquí se practica es increíble, pero aparte, aquí hemos hecho amigos de verdad. Cuando salí de quirófano me encontré a todo el equipo: utilleros, jugadores, técnicos... Este club es humilde, aunque no nos falta de nada. Me dio una gran alegría verlos porque sé que lo pasaron mal en el vestuario”, dijo.

Operado el lunes (ya está en su casa), se le puso una placa en el peroné y un clavo para unir la tibia y los ligamentos. “En seis u ocho semanas me lo quitarán y podré apoyar el pie, pero ya tengo 31 años y no soy un chaval”, apuntando que con 20 años pasó por el quirófano en tres ocasiones para subsanar una lesión en el quinto metatarsiano del pie izquierdo.

Ahora, a la espera de comprobar si puede o no despedirse en el campo, tiene claro que le toca disfrutar en otra parcela. “Mi hijo va a cumplir tres años y le tengo que enseñar algunas cosas de esto”, señaló entre bromas y siempre sonriente un Garrido cuya huella en los campos sevillanos es ya imborrable.