Este proceso ya estaba contemplado por los nuevos propietarios de la entidad, los empresarios estadounidenses Russell C. Platt y Clinfton V. Onolfo, de US Real State Investment, que se hicieron cargo de la entidad reusense en sustitución del anterior propietario, Joan Oliver. El conflicto, que se inició en agosto de 2018 cuando el club reusense sobrepasó el límite salarial, vivió su punto culminante a finales de enero de 2019, cuando LaLiga expulsó al Reus durante tres años y le impuso una multa de 250.000 euros. El Juez de Disciplina Social basó su argumentación en los reiterados incumplimientos por parte del club de los compromisos adquiridos con sus futbolistas, en forma de impago de nóminas.