En lo que va de temporada liguera,
cinco equipos españoles han cambiado de entrenador, algunos de ellos hasta en dos ocasiones, como ocurre en el caso del Espanyol. Sin embargo, los cambios en la tabla o en el rendimiento de los equipos no ha sido especialmente llamativa en ninguno de los casos. Lo que hace que nos cuestionemos si son realmente necesarios los cambios en el banquillos para mejorar las actuaciones del equipo.
El primero en sustituir a su entrenador fue el Valencia, donde Celades tomó el relevo de Marcelino, tras las notables diferencias entre el antiguo míster valencianista y Peter Lim, el dueño del club. Actualmente, el equipo se encuentra en séptima posición, siendo el que más puestos a remontado con el cambio (tres).
A la despedida de Marcelino, se le sumó en octubre la de David Gallego, el entrenador del Espanyol abandonó la entidad en la jornada ocho. Gallego entregó un equipo en puestos de descenso que, en la octava jornada, solo había ganado contra el Eibar en Ipurúa. Sin embargo,
Machín tampoco hizo mucho para mejorar la situación de los pericos, que bajo su mandato no lograron ninguna victoria en Liga y llegaron colistas a la jornada 18. La destitución de Machín trajo al conjunto blanquiazul a Abelardo, que ha conseguido ocho de los 15 puntos posibles, aunque estos no han sido suficientes para dar un empujón al equipo que sigue,
a día de hoy, al final de la tabla.
Quien
no tardó mucho en abandonar el banquillo del Leganés es Mauricio Pellegrino, que solo había conseguido una victoria y dos empates en doce jornadas de liga. Pasó el testigo del conjunto madrileño a Luis Cembranos, el entrenador del equipo filial que se mantuvo dos semanas en el puesto, en las que sumó un punto para los de Butarque. El cuatro de noviembre llegó a la entidad el mexicano Javier Aguirre, quien ha conseguido 13 puntos en once jornadas, lo que no ha sido suficiente para sacar al Leganés de puestos de descenso.
El Barça gana, pero sin liderato
La confianza del Barcelona en Valverde comenzó a decaer con la derrota ante la Roma en Champions League, a la que siguió la caída del equipo contra el Liverpool en Champions y el Valencia en Copa. La guinda del pastel la puso el partido contra el Atlético de Madrid, en el que los culés se despedían de la Supercopa. Además, pese a tener el primer puesto en LaLiga, la actuación de los azulgranas no pareció muy convincente y favoreció la llegada de Quique Setién. Con el ex del Betis, el equipo
acumula cinco victorias en siete partidos, pero ha perdido el primer puesto liguero y se ha despedido de la Copa.