La
Fiscalía Anticorrupción ha pedido hoy el ingreso en
prisión provisional y sin fianza para el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF),
Ángel María Villar, y su hijo
Gorka por un posible perjuicio de al menos de 45 millones de euros a las arcas del organismo.
Las fiscales Inmaculada Violán y Esther González han pedido al
juez Santiago Pedraz que envíe a prisión a ambos tras tomarles declaración desde las 10:00 hasta las 13:30 horas, y, tras la celebración de la correspondiente vistilla para la adopción de medidas cautelares, el juez de la
Audiencia Nacional decidirá si decreta la prisión, han informado a
Efe fuentes jurídicas.
Padre e hijo y los otros dos arrestados en esta operación -el presidente de la federación tinerfeña,
Juan Padrón, y el secretario de esa federación regional,
Ramón Hernández Baussou- han sido trasladados esta mañana por la
Guardia Civil a la sede de la
Audiencia Nacional tras ser detenidos este martes.
Pedraz y las fiscales llevan toda la mañana tomando declaración a los detenidos, y según fuentes de la Audiencia Nacional a las 15:20 horas estaba siendo interrogado el tercero de los cuatro detenidos,
Juan Padrón.
Los cuatro, que han permanecido en dependencias de la
Guardia Civil, se acogieron ayer a su derecho a no declarar ante los agentes de la
UCO que han dirigido esta operación en la que se les acusa de lucrarse en beneficio propio de al menos 45 millones de euros de las arcas del ente federativo.
Ángel María Villar ha llegado a la Audiencia Nacional sobre las ocho de la mañana a bordo de un coche, mientras que el resto lo ha hecho una hora y media después en furgón policial.
Tras esquivar en los últimos años varios escándalos de corrupción, como el caso FIFA,
Ángel María Villar, de 67 años, fue arrestado en una investigación que se inició a raíz de una denuncia del
Consejo Superior de Deportes (CSD) presentada en 2016.
Las sospechas sobre la gestión de los responsables federativos partieron de una auditoría del
CSD que reveló que no se había cobrado una deuda de 24 millones de euros contraída por la empresa de
Samper por los derechos audiovisuales de los partidos de la selección.
Los investigadores apuntan a que
Villar, que lleva 28 años en el cargo, cobraba comisiones por la celebración de partidos de la selección y se servía de su puesto para la contratación de servicios y otras relaciones comerciales en beneficio de su hijo
Gorka, abogado experto en derecho deportivo y al frente de varias empresas donde eran desviadas cantidades de dinero.