El
Real Madrid cayó derrotado en el Clásico del fútbol español y perdió el liderato de LaLiga Santander por una mala decisión consensuada entre Gareth Bale y
Zinedine Zidane, la falta de oficio de Marcelo en la última jugada del partido y el hambre de ganar con un jugador menos, los problemas de Casemiro sin ayudas ante Leo Messi o la ausencia de Isco Alarcón. Gracias enorme partido de
Leo Messi, el máximo goleador de la historia de los clásicos, autor del gol 500 con la camiseta del
Barça, el conjunto azulgrana salió victorioso del feudo madridista. En ambos casos podemos destacar cinco claves, tanto de la derrota madridista, como de la victoria azulgrana:
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Las cinco claves blancas:1. La mala decisión de Bale y Zidane.
La ilusión que tenía
Gareth Bale por jugar el Clásico es la misma, al menos, que tenían Isco Alarcón y Marco Asensio. Fue el argumento al que se agarró Zidane para justificar la titularidad del galés, obstinado en convertir en intocable a la BBC y el dibujo 4-3-3, cuando quedó demostrado que su jugador, aunque le dijese lo contrario, no estaba en condiciones físicas para soportar un duelo de tan alta intensidad. Solo tres entrenamientos con el grupo y recién recuperado de una lesión en su punto débil, el sóleo, eran argumentos de peso para que en todo caso hubiese sido revulsivo.
Bale no estuvo en el Clásico y por cargar más la pierna sana, acabó lesionándola. Con un centrocampista más, el Real Madrid habría tenido mayor control del partido y posesión. Jugó al intercambio de golpes y en esta ocasión le salió mal.
2. Falta de oficio en la última jugada y exceso de hambre.
Habría sido una cartulina amarilla que bien podría valer una Liga. Marcelo decidió no hacer falta en el arranque de orgullo de la última jugada de
Sergi Roberto que acabó en el gol del triunfo de Messi. Se equivocó por no frenar la acción cuando se pudo y el Real Madrid también por no darse por satisfecho con el empate jugando en inferioridad numérica por la expulsión de
Sergio Ramos. Empató con diez con el tanto de James Rodríguez y se lanzó por más como si el punto no le diese medio título manteniendo distancias con el Barcelona y teniendo aún un partido por disputar ante el Celta. Ese exceso de hambre, dejarse llevar por la pasión del estadio en el momento del empate en vez de recular y parapetarse en defensa, le puede costar ser campeón.
3. Sin ayudas en el marcaje a Messi.
Hizo el argentino una lectura perfecta de partido. Como el balón no le llegaba a la zona de peligro decidió retrasar su posición y ser él quien lanzaba el juego azulgrana. Retó a
Casemiro a un duelo personal y le superó siempre. En su primer cara a cara le sacó una tarjeta amarilla que ya sería una losa para el centrocampista brasileño y acabaría provocando su cambio para evitar que fuese expulsado. No hubo ayudas a Casemiro de sus compañeros de centro del campo. Luka Modric bastante tenía con poner un ojo en el costado derecho y caer a él para solventar la inferioridad de Carvajal. A
Toni Kroos se le vio muy justo físicamente, pagando el esfuerzo realizado ante el Bayern Múnich. Siempre que Leo se fue del brasileño encontró espacios y metros por delante para generar desequilibrio. No hubo jugador que le pudiese frenar.
4. La ausencia de Isco.
Una vez más en un duelo de altos vuelos Isco fue suplente con Zidane. No solo eso, vio cómo otros compañeros le adelantaban y se quedaba sin minutos cuando el
Real Madrid necesitaba un futbolista de su calidad con el balón, para intentar tener posesión y enganchar su fútbol ofensivo, que no existió en el primer acto. Sin hueco en el once por el regreso de Bale vio como
Marco Asensio era el elegido cuando se lesionó el galés. Y como en los últimos minutos el técnico francés prefería tirar de Mateo Kovacic y James Rodríguez. En días en los que medita su futuro y aceptar la oferta de renovación por el club blanco, recibió un golpe inesperado.
5. Derrota táctica de Zidane ante Luis Enrique.
Encontró el técnico azulgrana en su último Clásico, la zona muerta que queda entre líneas madridistas que le genera problemas por quedar en inferioridad numérica en duelos. La presencia de
Sergio Busquets más adelantado, la de Messi más retrasado para la superioridad en la medular, la banda derecha entera para Dani Carvajal que era atacado por dos rivales, eran las claves tácticas del duelo. Luis Enrique retocó su sistema para frenar el peligro ofensivo de los laterales madridistas y a
Zidane le faltaron recursos tácticos para cambiar la dinámica del partido. Renunció de inicio al equilibrio con la posibilidad de meter un cuarto centrocampista y cuando cayó lesionado Bale su sustituto natural si quería mantener la idea, Lucas Vázquez, estaba en la grada. Con el empate firmado a la heroica faltó la voz de mando del técnico para recular líneas y dar por bueno un punto que era decisivo.
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Las cinco claves azulgranas:1. Messi
Él fue la clave del partido. Autor de dos de los tres goles de su equipo. Su actuación fue soberbia, desequilibró en el uno contra uno y se reencontró consigo mismo después de su dubitativa actuación en la eliminatoria ante el Juventus. Llevaba tres años sin marcar al Madrid y silenció el
Bernabéu con un gol en la última acción del partido, su tanto 500 desde que llegó al
Barça. Su imagen mostrado la camiseta azulgrana con el diez a la grada del estadio madridista es de las más icónicas de la historia.
2. La solvencia de Ter Stegen
Si Messi fue el desequilibro,
Marc André Ter Stegen fue quien aguantó con sus paradas al equipo cuando el Madrid apretó más. Estuvo magnífico en el uno contra uno, perfecto de reflejos y en las acciones con el pie. Nadie diría que era su estreno en el Bernabéu con el
Barça.
3. La cabeza de Busquets
Ausente en el 3-0 en Turín, recuperado en la vuelta e imperial en el triunfo en el
Bernabéu. El cinco del Barça es uno de los jugadores fundamentales para cualquier entrenador. Sacó el balón con criterio, armó a su equipo desde atrás y fue quien dirigió las operaciones en la recuperación. Sin él no se entiende el actual Barça.
4. La perseverancia de Sergi Roberto
La perseverancia de
Sergio Roberto, un fino centrocampista reconvertido en lateral derecho hace unas temporadas, le dio medio gol al Barça. Sergi Roberto olió la sangre en el minuto 91 y en una carrera magnífica permitió a Messi concretar el 2-3, después de una asistencia de Jordi Alba.
5. El momento de Rakitic
En una temporada muy complicada para él, el zapatazo con la izquierda de
Ivan Rakitic le reivindica. Ha perdido peso específico en el equipo, no ha jugado durante unas cuantas jornadas, se rumoreaba con su venta en el mercado invernal, pero a la hora de la verdad apareció. Puso el 1-2 en el marcador y empezó a cimentar la victoria de su equipo.