El
Villarreal llega al tramo final de la temporada sin haber decidido el futuro de su actual entrenador,
Fran Escribá, circunstancia diferente a la de los últimos años en los que a estas alturas de la campaña el futuro del técnico estaba asegurado.
En las temporadas en las que el equipo ha estado en Primera División, el club ya tenía cerrada en este momento de la campaña la continuidad o la llegada de un nuevo entrenador. Las veces en las que no se ha dado esta circunstancia ha sido por fuerza mayor o por cambios drásticos de última hora, por lo que puede decirse que las entradas y salidas de entrenador en el mercado veraniego se han producido por circunstancias especiales.
Los únicos años en los que no ha habido continuidad fueron los correspondientes a los descensos, primero con
Francisco García "Paquito" como entrenador y luego con
Miguel Ángel Lotina. En ambos casos su continuidad dependía de la permanencia y su marcha fue consecuencia de no conseguirla.
Por contra, con la salvación asegurada sólo se han producido dos cambios de entrenador. Fue en los casos de Manuel Pellegrini, quien anunció su salida al Real Madrid a falta de una semana para acabar la temporada y con contrato en vigor, y en la pasada campaña el de
Marcelino García Toral. Este técnico fue destituido a una semana de comenzar la presente temporada y con tres más de contrato con el club que preside
Fernando Roig.
Al margen de ellos,
Víctor Muñoz,
Benito Floro,
Manuel Pellegrini en las restantes campañas,
Juan Carlos Garrido y también Marcelino, en las otras temporadas, llegaron al tramo final de la Liga con la renovación cerrada, mientras que Floro dimitió en 2004 y Paquito acabó la Liga, pero ya se había concretado la llegada de Pellegrini.
Algo que por ahora no tiene Fran Escribá, quien deberá esperar al final de temporada para cerrar su continuidad en el club castellonense.