Pablo Blanco es el alma del Sevilla FC. Ex capitán, auténtico en el fútbol y en la vida, fue
el primero que descubrió a Sergio Ramos, con 8 años. Era entonces un niño que
le gustaba jugar de delantero. Este martes, al ver los dos goles de cabeza ante el Nápoles en San Paolo que firmó Ramos, Pablo Blanco no tuvo más remedio que acordarse de aquel nene al que se le caían los goles en Camas (Sevilla).
Cuenta Pablo Blanco que "
Sergio es un maestro en la coordinación carrera/salto/cabeceo". Y cuando va arriba, con la posición ganada, ahí es mortal. Vacuna sin piedad al rival. El capitán del Real Madrid fue evolucionando hacia atrás, primero de medio centro y luego de lateral, porque
se le quedaba pequeño el campo y su radio de acción. Y de ahí al éxito.
Sergio marca siempre en los momentos clave. Es una virtud de los grandes futbolistas. Son ya muchos instantes donde en zonas de turbulencias, Ramos aparece con jerarquía al rescate.
Además, él ha instalado un miedo emocional en los contrarios, que comienzan a derrumbarse cuando
Toni Kross se acerca al banderín de córner. La liturgia de Kross antes de posar el balón en el rincón y luego impactar con elegancia su famoso toque tenso a la pelota, incita a la inquietud en la grada cuando el Real Madrid juega a domicilio.
Ramos ha ido mejorando su contrato a base de goles como los del martes. Y edificando liderazgo. Aquellos futbolistas que tienen infinita confianza en sí mismos, permiten que otros compañeros alcancen la excelencia.
Sergio posee esa virtud y disfruta cuando la Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo son determinantes.