Diaby-Fadiga, la perla del
Niza que robó el reloj de
Dolberg, lo que le ha costado el despido, ha dado sus explicaciones sobre el suceso en una larga carta dirigida a los aficionados del conjunto francés.
El delantero, que ahora tiene que buscarse un nuevo destino, escribe sobre sus sentimientos y los motivos que le llevaron a robarle a su compañero: "Me gustaría disculparme con los aficionados. Muchos han estado conmigo y me han acompañado con amabilidad desde mi debut profesional. Sus reacciones están a la altura de la decepción que, sin duda, sienten por mí y les debo explicaciones".
Defendí la camiseta de mi club de la infancia con orgullo durante la temporada pasada en la Ligue 1. Desafortunadamente, me lesioné para muchos meses y mi vuelta a la competición fue aplazado otra vez después de recibir una tarjeta roja en un partido con el equipo sub 19. Me afectó mentalmente y mi situación contrastaba con el éxito y el aura de
Kasper (Dolberg), mi compañero de equipo.
Me desquité con él sin razón, tal vez un poco por celos. En lugar de luchar en el campo para competir con él, actué con odio. Mis acciones no estaban guiadas por el apetito de la ganancia sino por desilusión, frustración y desacreditación.
Por supuesto, solo tengo 18 años, pero mi edad no excusa nada. Reonocí lo que había hecho y me presenté frente
Kasper, Monsieur Fournier, director del club,
Patrick Vieira, mi entrenador, y
Dante, mi capitán. Me disculpé con cada uno de ellos. También me comprometí a compensar a mi compañero reembolsando lo que me llevé. Le deseo mucho éxito en el
Niza y en su carrera. Tal vez nos volveremos a encontrar algún día en el terreno de juego y este asunto será solo un mal recuerdo.
A partir de ahora, dejo el club en el que siempre he querido tener éxito y crecer, lo que es para mí el mayor castigo. Espero demostrarles algún día que tenían razón y que soy mejor que esto. La
redención vendrá en el campo y ahora quiero dedicarme a mi gran pasión: el fútbol".