La situación de Unai Emery en el PSG es más que delicada. Su eliminación a manos del Barcelona en la Champions y, sobre todo, la forma en la que se produjo con un 6-1 en la vuelta, han puesto al ex del Sevilla en la rampa de salida del conjunto parisino. Incluso L'Equipe señaló que ni el triplete en el fútbol galo podría provocar que el vasco siguiera la próxima temporada.
En este contexto era cuestión de tiempo que comenzaran a aparecer nombres para sustituirle en uno de los banquillos más apetecibles, y calientes, del panorama europeo. El primero ha sido Arséne Wenger, que tiene una propuesta de renovación del Arsenal, pero que tiene muchas papeletas para abandonar el cuadro 'gunner' también tras una bochornosa eliminación en la Champions, en esta caso a manos del Bayern (10-2 en el global).
El técnico trata de recuperar crédito y la victoria del último fin de semana le sirve para seguir a la estela del Mónaco en la Ligue 1, pero puede no ser suficiente para un equipo que aspira a levantar la 'orejona' cada temporada.