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El Atlético, instalado en la élite de Europa por insistencia y sacrificio

El Atlético, instalado en la élite de Europa por insistencia y sacrificio
El Atlético otro año más en cuartos. - R.S.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 7 min lectura
El Atlético de Madrid certificó ayer su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones por cuarta temporada consecutiva con el empate sin goles ante el Bayer Leverkusen alemán (tras la victoria 2-4 en la ida), un hito que le reafirma como un equipo instalado en la élite europea.

Lo que podría parecer una obligación para el club rojiblanco, finalista en dos de las últimas tres ediciones de la máxima competición de clubes del continente, se convierte en un verdadero hito si se echa la vista atrás a la historia rojiblanca: nunca el Atlético había vivido durante tanto tiempo entre los ocho mejores de Europa.

Nueve veces en doce participaciones ha alcanzado el Atlético la instancia de cuartos de final de la Liga de Campeones/Copa de Europa en su historia, casi la mitad de ellas ha sido bajo la batuta del entrenador argentino Diego Simeone, que también participó en unos cuartos como jugador, los del curso 1996-97, cuando cayeron ante el Ajax de Ámsterdam holandés. Una etapa dorada en Europa basada en dos adjetivos que circularon ayer en las declaraciones de los protagonistas tras el encuentro: insistencia y sacrificio.

El primero llegó de los labios de Simeone, un consumado creador de términos icónicos para el club y que ha insistido en varias ocasiones en esta idea: el Atlético permanece porque no se cansa, porque insiste en su objetivo. "Hay que nombrar el gran esfuerzo del club y de los futbolistas, que se han dejado el corazón y el alma, e insisten y compiten a lo largo de estos cuatro años y han podido estar, una vez más, entre los ocho mejores, independientemente de los cambios que se han producido cada temporada", declaró.

La Liga de Campeones es un paso "muy importante para el club", continuó Simeone, que subrayó la relevancia institucional y económica que supone para el Atlético avanzar en esta competición. "La 'Champions' es especial y este paso, sobre todo para el club, es muy importante", añadió el argentino. Si lo es para el club, también para los jugadores. Aunque apenas ocho futbolistas perviven de la plantilla que llegó a la final de Lisboa en la temporada 2014-15 (Godín, Filipe Luis, Giménez, Juanfran, Lucas -participó en una convocatoria como canterano- Tiago, Koke y Gabi), el recuerdo de esa final y la de Milán la temporada pasada, ambas perdidas ante el eterno rival madridista, provocan que Europa sea el objetivo más deseado.

"No es ninguna casualidad que cuatro años consecutivos estemos en cuartos de final. Siempre nos ha faltado ese plus para ganarla, es algo que nos ilusiona y por eso vamos a luchar por ello", aseguró el defensor francés Lucas Hernández. "La clave es la confianza del entrenador, de los jugadores, la humildad en el terreno de juego y el sacrificio. Creo que el sacrificio que venimos demostrando los últimos cinco o seis años es increíble y eso se transmite en el campo", añadió el central galo, ayer lateral izquierdo por la baja del brasileño Filipe Luis, que estaba sancionado.

El partido, con un 2-4 en la ida en Leverkusen que obligaba al Bayer a anotar al menos tres goles para superar la eliminatoria, fue poco decisivo como se esperaba, pero sirvió para agigantar a uno de los jugadores que bien puede encarnar estos dos valores asociados al Atlético: el portero esloveno Jan Oblak. En un duelo de ida y vuelta, en el que el Atlético no supo aprovechar sus ocasiones delante del meta alemán Bernd Leno -también sobresaliente en la noche de este miércoles-, el portero del Atlético hizo gala de reflejos y capacidad de reacción al detener hasta tres disparos en una misma jugada en el minuto 67 del partido.

Tras un error defensivo del uruguayo José María Giménez, Oblak repelió el mano a mano del alemán Julian Brandt, se levantó raudo para estirarse e impedir el remate de Kevin Volland, volvió a incorporarse para rechazar un segundo tiro del delantero teutón, y tuvo la fortuna de que el cuarto disparo, del mexicano Javier 'Chicharito' Hernández, se fue desviado.

El meta rojiblanco, operado el pasado 14 de diciembre de una lesión en el hombro izquierdo, dejó aún más claro que esa dolencia que le obligó a estar fuera de los terrenos de juego más de dos meses está más que olvidada: con una actuación antológica ante un rival que le trae muy buenos recuerdos. "Hace dos años debuté aquí en 'Champions' (contra el Bayer Leverkusen en octavos de la temporada 2014-15) por la mala suerte de Miguel (Ángel Moyá), que se lesionó. Tengo buenos recuerdos de ese partido y de ese momento hace dos años. Mi vida aquí ha cambiado un poco porque empecé a jugar más", comentó a las cámaras de televisión tras el encuentro.

En aquella ocasión, el pase a cuartos se dirimió en los penaltis y Oblak detuvo uno al turco Hakan Calhanoglu, en el partido en el que regresó a la portería tras un desafortunado inicio de la temporada. Ayer, se hizo gigante y puso la rúbrica al cuarto acceso consecutivo del Atlético a la élite europea.