Andrea Pirlo, legendario centrocampista italiano, ha confesado que
Pep Guardiola quiso ficharle en 2010 para el
Barcelona, pero el
Milan no le permitió partir.
"Con el
Milan habíamos jugado un amistoso contra el
Barcelona en el
Camp Nou. Después del partido,
Guardiola me llamó para que fuese a su despacho. Quería saber si me gustaría jugar en el
Barça. Fue un buen detalle que me invitase a su despacho, pero el
Milan no quería que me fuese", cuenta
Pirlo en una entrevista publicada hoy por 'L'Equipe'.
El medio, que a sus 37 años juega en el
New York City en Estados Unidos, repasa su larga carrera y reconoce que el momento más duro fue la final de la
Liga de Campeones perdida en 2005 con el
Milan ante el
Liverpool (3-3, por penaltis).
"Había un clima surrealista después de un partido surrealista (el
Milan llegó a ganar 0-3). Perder así una final es algo difícil que se repita. No se lo deseo a nadie", expone.
El momento más feliz fue la clasificación de la selección italiana a la final del
Mundial de 2006 ante la anfitriona
Alemania (0-2), revela el centrocampista, quien no ve a otro futbolista en la actualidad con su clarividente estilo de juego.
"Todo me sale naturalmente. No puedo ni siquiera explicarlo. Mi fútbol se ha tratado siempre de hacer cosas de forma sencilla, de hacer las cosas más sencillas para mis compañeros", comenta.