Los hechos se desarrollaron durante el enfrentamiento entre el
Partizán de Belgrado y los
Rads. Desde el principio, algunos seguidores del local, los Rads, comenzaron a insultar a
Luiz Everton. Incluso llegaron a imitar el sonido de los monos cada vez que el futbolista tocaba el balón. Desafortunadamente, el resultado del partido, que se saldó con un 1-0 para el visitante y se mantiene segundo en la clasificación no fue la noticia.
El brasileño, que juega en la liga
Serbia, ganó junto a su club la
Copa Serbia en
2016, trató de ignorar los insultos que le lanzaban hasta que al final del partido rompió a llorar y tras una serie de actuaciones fianlmente la pelea acabó en el terreno de juego con la intervención de la policía.
Luiz hizo una peineta a la grada rival, acción que podría costarle alguna sanción aún por definir. Por su parte, el gesto emotivo lo protagonizó junto a su compañero
Filip Kljajic, el portero del Partizán, quien lo animó al final del partido mientras
lloraba desconsoladamente.
"No pude aguantar las lágrimas tras aguantar insultos racistas de la grada durante los 90 minutos de partido. Me impresionó especialmente la actitud de los jugadores contrarios que, en lugar de apelar a la calma, respaldaron el comportamiento de sus fans", explicó el brasileño.
Desde el
Partizan no respaldan el desagradable gesto del jugador al final del partido aunque alegan que hubo provocaciones previas, No obstante, piden que sean las autoridades futbolísticas quienes tomen las medidas necesarias para todas las conductas.