El exdirector de Finanzas de la
FIFA,
Markus Kattner, ha acusado al alemán
Franz Beckenbauer de recibir pagos dudosos de la FIFA en una cuenta de
Gibraltar en relación con el Mundial 2010 en
Sudáfrica, según publica este lunes el diario 'Bild'.
De acuerdo a las declaraciones a la fiscalía suiza de
Kattner -destituido en junio de 2916, la
FIFA asumió el pago de al menos 1,7 millones de euros que la Federación Sudafricana de Fútbol debía abonar a
Beckenbauer y a sus socios
Andreas Abold y
Fedor Radmann, en concepto de asesoramiento a la candidatura al Mundial 2010 de
Sudáfrica, que este país organizó.
El diario señala que en 2005, un año después de la concesión del torneo a
Sudáfrica, la federación de este país tenía problemas financieros, por lo que su presidente, ante la incapacidad de asumir todos los costes, se dirigió a la FIFA en busca de ayuda.
Según 'Bild', el secretario general entonces de la FIFA,
Urs Linsi -que ocupó el cargo de 2002 a 2007-, ordenó personalmente el pago de las facturas a pesar de que la federación internacional de fútbol no puede, según sus estatutos, asumir el pago de costes relacionados con las candidaturas.
El rotativo precisa que, según los archivos de la investigación, los socios de
Beckenbauer,
Radamnn y
Abold, recibieron su dinero directamente, mientras que los fondos para
Beckenbauer, de 71 años, fueron transferidos a la cuenta de una empresa en
Gibraltar.
Estos pagos son objeto de las investigaciones abiertas por la justicia suiza ante sospechas de corrupción, malversación y lavado de dinero, entre otros, del "Kaiser", cuando ejercía de presidente de la candidatura de
Alemania al Mundial de 2006, según Bild.
También
Radmann, los expresidentes de la Federación Alemana de Fútbol (DFB)
Theo Zwanziger y
Wolfgang Niersbach y su exsecretario general
Horst R. Schmidt son objeto de investigación por los mismos cargos, en relación con presuntos intentos de compra de votos para obtener la organización del citado mundial en
Alemania.
Las investigaciones se centran en un pago de 6,7 millones de euros por parte de la DFB al entonces jefe de Adidas,
Louis Dreyfus, por conceptos no aclarados y que no fue correctamente registrado en la contabilidad de la organización.
Hasta ahora, se desconoce a qué obedeció ese pago, que, según informes internos encargados por la DFB, fue transferido desde una cuenta de
Beckenbauer a otra de
Catar que gestiona el exfuncionario catarí de la FIFA
Mohamed bin Hammam.
El propio
Hamman, inhabilitado a perpetuidad por la FIFA por malversación de fondos tras una investigación sobre la adjudicación a Catar del Mundial 2022, no ha aclarado hasta ahora a qué obedecía ese pago y la correlación de transferencias entre esas cuentas.