Con la mitad de la ventana de transferencias agotada, restan 15 días intensos de enero para completar una planificación que ayude al Sevilla FC a rematar la temporada 21/22 de la mejor manera posible. De un lado, el fichaje de Corona refuerza de una tacada varias posiciones necesitadas de competencia por las lesiones, como el lateral derecho (Navas) o los extremos (Suso, Lamela), aunque Monchi habló de la contratación de un delantero que ayude a Rafa Mir mientras regresan Munir y En-Nesyri de la Copa de África (como Bono, luchan con Marruecos por el título), amén de acompañarlos desde febrero para llegar lo más lejos posible en la Europa League y seguir pugnando con el Real Madrid y los que se sumen por LaLiga. Y, si hay pase a cuartos de Copa, también por el trofeo del K.O., lógicamente.
Estas, al menos, dos altas deberán estar acompañadas de algunas bajas, tanto por razones numéricas como económicas.
Idrissi y Óscar Rodríguez se encuentran en la rampa de salida por la falta de minutos, al tiempo que Gudelj tiene 'novias' en España y el extranjero, si bien Lopetegui, ante la incertidumbre del regreso de varias piezas claves, no quiere desprenderse de nadie que le ofrezca soluciones en determinadas demarcaciones. Menos aún, por supuesto, de titulares indiscutibles como Koundé y Diego Carlos, su pareja de centrales favorita, aunque lo cierto es que, por segundo mercado consecutivo, tocará defenderse de ofertas jugosas, especialmente para sus jugadores.
Porque el Newcastle, en zona de descenso en la Premier League y eliminado de los dos torneos nacionales por eliminatorias (FA Cup y Carabao Cup), está utilizando su renovado poderío económico
para seducir al brasileño con un sueldo que triplicaría lo que recibe actualmente en el Sevilla FC, lo que podría poner en duda el acuerdo verbal alcanzado con sus representantes para ampliar hasta 2025 la vinculación que les une, aumentando su cláusula de rescisión de 75 a 85 millones de euros. Ni siquiera la obvia mejora de los emolumentos como rojiblanco competiría con la propuesta de las 'Urracas', si bien no hay color ahora mismo en aspiraciones deportivas.
Desde Nervión se han rechazado, al parecer, hasta dos ofertas del Newcastle por Diego Carlos, aunque los números bailan según la fuente. En cualquier caso, se habla de 40 kilos como tope por imposición del 'Fair Play Financiero', un montante que podría no ser suficiente para que los blanquirrojos cedan, por mucho que les costara sólo 15 sacarlo del Nantes. Dada la importancia del de Barra Bonita en los esquemas del preparador vasco, suplirle sería una labor ardua. Tasado por las páginas especializadas en 45 millones, solamente una cantidad superior a los 50 haría dudar a los responsables del club de Eduardo Dato, que peina Europa en busca de un central de nivel parecido y mucha proyección por si acaso. Y es que Koundé se quedará, pero a priori no más allá de verano.
Lopetegui eludió pronunciarse sobre el futuro de Diego Carlos en la rueda de prensa previa al derbi copero de este sábado, pero su homólogo blanquinegro, Eddie Howe, sí se explayó un poco más acerca del interés del conjunto británico por el zaguero suramericano. Sin nombrarle explícitamente, el míster del NUFC dejó clara su postura y la de los 'Budgies': “No estamos cerca de nadie más actualmente. El plantel que tenemos será el equipo que tenemos para jugar contra el Watford. Nosotros estamos mirando. Nos queda tiempo en la ventana y sabemos que debemos actuar rápidamente si queremos sumar más jugadores. Obviamente, todavía estamos activos en el mercado, pero no hay noticias inmediatas que darles en ese frente. Todo el mundo es muy consciente de que estamos en el mercado para cubrir ciertas posiciones y que la demanda hace subir el precio. No hay nada que podamos hacer al respecto. La ventana continúa sorprendiendo a todos, creo. Pero sólo tienes que vivir en ese mundo. Tenemos los jugadores necesarios que hemos identificado y que han logrado superar nuestros filtros. Estoy seguro de que el coste de esos jugadores es incómodo para todos; no se trata de casos individuales, sino que solo los precios de los jugadores de fútbol en general, pero ése es el mercado en el que estamos. Tienes que trazar una línea en ciertas situaciones y decir 'No, no vamos a pagar ese dinero'; de lo contrario, ¿a dónde va el juego? Va a un lugar incómodo, creo. Se trata del jugador individual y de juzgar cada situación según sus méritos individuales, y eso es lo que hemos tratado de hacer”.