Conocidas las
limitaciones económicas que volverán a presidir la próxima ventana de
transferencias, tanto para el Betis como para la mayoría de clubes (incluso varios de los que se aferraron a la moribunda
Superliga como tabla de salvación contra el
coronavirus), no cesan de ser vinculados futbolistas que
terminan contrato, están ya
libres o se encuentran a disgusto en sus actuales equipos, con los que no piensan
renovar. Las que se conocen como oportunidades de mercado, 'gangas' que no aparecen únicamente cerca del '
deadline', sino también con antelación, y que hay que saber detectar, convencer y reclutar, pues la
competencia es feroz.
Un maestro de estos movimientos era Lorenzo
Serra Ferrer, que se ganó para la causa, junto a
Haro y Catalán, a 'chollos' como
Pau López, Joel, Canales, Inui o Lo Celso, gran parte de los cuales dejaron pingües plusvalías en las arcas heliopolitanas. Por otras razones más condicionantes, pero con idéntica habilidad para moverse en el proceloso mundo de la intermediación deportiva,
Antonio Cordón logró traer sin coste el verano pasado a
Bravo, Miranda, Montoya y Víctor Ruiz (un 75% de ellos, titulares ahora mismo), al tiempo que planea repetir jugada con
Rui Silva, un portero con mucho tirón por ser agente libre en cuestión de poco más de dos meses.
Y deberán llegar todavía refuerzos en todas las líneas al menor coste posible: laterales, centrales, extremos, delanteros, medios de contención y creativos... En este contexto, las webs supuestamente especializada (han aflorado muchas que viven del bulo y del
clickbait sin fundamento) elaboran informaciones que explican presuntas
negociaciones, avances en diálogos y hasta viajes programados de futuribles del
Betis, aunque la
realidad suele distar bastante de la ensoñación (mejor o peor vestida) que se divulga de manera viral entre aficionados y profesionales.
Dos de los nombres que han sido relacionados con el conjunto de
Pellegrini esta semana son los de
Eric Bailly (27) y
Alex Teixeira (31). El primero, central costamarfileño de 1,87 y pasado en LaLiga (Espanyol y Villarreal), vendría a sustituir a
Mandi y, posiblemente, Víctor Ruiz, al no querer ampliar su vinculación con el Manchester United y obligar al conjunto inglés a venderlo en la ventana estival (termina en
2022, por lo que sería libre para negociar y comprometerse con cualquiera desde enero próximo) para recuperar parte de lo invertido hace un lustro: la friolera de
38 kilos. La información defiende que el trato con los hispalenses se cerraría en torno a los
13 millones, una cifra inviable en Heliópolis, incluso con una
gran venta de por medio, que se usaría para saldar cuentas más que para reinvertirlo.
Encima, Bailly cobra algo menos de
5 millones de euros anuales, un caché bastante superior al tope salarial en el Betis, que representa Fekir (3,5 limpios), y que el zaguero africano querría conservar, obviamente, en su nuevo destino. Todavía cobraba más en
China Alex Teixeira, por el que el
Jiangsu Suning pagó 50 millones al
Shakhtar Donetsk en 2016, a los que sumaba
12,4 de emolumentos. Aunque, en su deseo de acabar la carrera en la Premier, el atacante brasileño se redujera la ficha, nunca estaría cerca de lo que puedan pagar los verdiblancos. En realidad, nadie en España salvo Madrid, Barça y Atlético... en sus buenos tiempos.