Es,
oficiosamente,
el primer fichaje del Real Betis para la temporada 21/22 prácticamente desde junio de 2020, aunque hubo que esperar hasta el pasado 3 de febrero para tenerlo todo bien atado. Y es que sigue sin confirmarse públicamente que
Rui Silva será el guardameta verdiblanco a partir del verano próximo, en parte porque sigue compitiendo (y a gran nivel) con el
Granada tanto en
LaLiga como en la
Europa League, por lo que las partes entienden que hay que respetarse hasta el último momento. De todas maneras, el cierre de la ventana invernal supuso un
respiro en la planta noble del Benito Villamarín, puesto que, hasta entonces, el portugués podía romper su precontrato a cambio de dos millones de euros, cuatro en el caso de que se decantara por el
Sevilla FC.
Y hubo opciones reales de que esto sucediera, aunque ninguno de los muchos 'cantos de sirena' sedujo al de Maia lo suficiente para quebrar un
guion que lo llevará a competir con
Joel, Bravo y Dani Martín (un par de ellos deben salir en forma de cesión, traspaso o rescisión) por la titularidad a las órdenes de Manuel Pellegrini.
Everton, Oporto, Inter y Atlético de Madrid se plantearon la contratación del ex de Nacional, que pedía una alta prima de fichaje (
cinco millones de euros) y un sueldo notable, pero la tesitura económica, a nivel español y casi mundial, jugó a favor de los heliopolitanos, rapidísimos a la hora de mover ficha para
apalabrar su fichaje.
Antes, incluso, de que
Antonio Cordón aterrizara en La Palmera, la secretaría técnica entonces coordinada por
Alexis Trujillo, con
Ángel Luis Catalina y Jesús Sánchez con mando en plaza, avanzó en las negociaciones con su agencia de representación, con las habituales cláusulas de escape. Con todo, Rui Silva apostó sobre
seguro, lo que no impidió que siguiera escuchando ofertas, algunas de ellas dignas de consideración por parte de cualquiera. Con el extremeño, uno de sus valedores en Los Cármenes y amigo de su agente, en la dirección general deportiva, todo marchó de manera fluida. Incluso, pudo llegar en vez de Bravo, pero el Granada no aceptó la propuesta de
cuatro kilos, remitiéndose a los 15 que marcaba el listón contractual para su libertad.
El Inter apareció con mucha fuerza en
Navidades. Decidido a encontrar un relevo de garantías para el veterano
Handanovic, que termina en 2022, los 'neroazzurri' trataron de convencerle tirando de prestigio e historia, pero no con dinero. Por circunstancias, la tesorería lombarda estaba entonces bajo mínimos, sin posibilidad de hacer un desembolso considerable, por lo que todo se aplazaría hasta verano. Pero, desde el 3 de febrero, su pase ya no costaba dos millones de euros, sino
entre 50 y 60 (dependiendo del momento), una cifra definitivamente prohibitiva. Ocurre que, ahora, el dueño del club, Steven Zhang, tiene previsto
insuflar capital para el próximo proyecto... Tarde para Rui Silva.
Y es que el futuro del luso se está definiendo por cuestiones monetarias, pero también temporales. Está claro que el Betis fue el más
listo y, pese a las trabas, tuvo la habilidad y la suerte de
retenerlo. Ahora, el que lo quiera tendrá que negociar con
Haro y Catalán, que, como apuntaba hace unos días 'Muchodeporte', no se cierra en banda a cualquier oportunidad de negocio, pero no dejaría al portero marcharse por menos de 15 millones. La idea es que se quede y sea el abanderado del nuevo Betis 21/22, siendo otro el que libere fichas bajo palos. Por
dos kilos, el Inter o cualquier otro pudo haberlo atado, igualmente a un precio asequible, pero no lo hicieron.
Así lo admite '
La Gazzetta dello Sport', que refiere los contactos y el choque con la realidad: no era una operación a coste cero, pues estaba atado por los verdiblancos, siendo imposible en enero un desembolso por parte 'neroazzurra'. Con
Brazao (cedido al Oviedo) todavía verde, continuará Handanovic mientras aparece un sustituto de nivel, gustando a Piero Ausilio cancerberos como
Cragno (Cagliari),
Meret (Nápoles) y
Musso (Udinese), todos ellos con un valor de mercado idéntico (20 kilos) y ya curtidos (entre 24 y 26 años), con contrato en vigor hasta 2023 o 2024.