El delantero portugués
André Silva ha encontrado en el
Eintracht de Frankfurt la regularidad que exhibió en sus inicios en el Oporto y que no pudo mostrar en sus aventuras en el
AC Milan y Sevilla FC, dos etapas en las que empezó de manera ilusionante y acabó con un indiscutible poso de decepción. En el cuadro germano está que se sale, es segundo en la clasificación de la
Bota de Oro europea, suma
20 goles (18 en la Bundesliga) y cinco asistencias en 23 partidos oficiales disputados y su nombre suena como una de las posibles novedades en el mercado estival de LaLiga para la venidera temporada 2021/2022.
Con un espectacular promedio de
un tanto cada 0,91 minutos en lo que va de campaña, André Silva sonó con fuerza en el pasado mercado invernal como candidato a suplir la vacante que
Diego Costa dejó en el
Atlético de Madrid y que, finalmente, el club colchonero solucionó con la cesión de Moussa Dembélé (Olympique de Lyon) al no poder satisfacer las altas demandas económicas del Eintracht de Frankfurt. No obstante, según asegura este martes el diario deportivo
O'Jogo, el cuadro rojiblanco volverá a la carga el próximo verano y competirá por la contratación del exsevillista con, entre otros pudientes equipos, un
Manchester United que todo apunta a que no ofrecerá la renovación a
Edinson Cavani.
Preguntado por el interés de estos grandes conjuntos, Silva
se ha dejado querer y, por qué no resaltarlo,
se ha dado importancia a sí mismo. Entiende que el Eintracht pida mucho dinero por su traspaso. Es más, si por él fuera,
se pondría una cláusula liberatora de tres dígitos, según ha asegurado durante una entrevista al citado diario portugués, en la que se ha mostrado receptivo a los atractivos cantos de sirena que escucha en
LaLiga española
y la
Premier League inglesa.
"He escuchado rumores, pero eso es todo.
Los rumores son rumores... Es algo que
me da más motivación para trabajar, es una señal de que lo que estoy haciendo ha dado sus frutos y el camino ha sido bueno", ha explicado el ex del Sevilla FC, antes de bromear con su precio de mercado:
"¿Cuánto creo que valgo? Unos 105 millones". "Creo que escuché en algún lugar que
serían unos 30 millones... Cuando 'vendemos' nuestra 'mercancía' siempre aumentamos un poco el valor", agregaba matizando su tono jocoso.
"Las cosas son como son y, pase lo que pase a nuestro alrededor, lo más importante es mirarme y centrarme en lo que puedo hacer", ha añadido André Silva, que en su día llegó al Sevilla FC cedido por el Milan con una
opción de compra de 38 millones de euros y que recaló en el Eintracht de Frankfurt como sustituto del madridista Jovic (hoy compañero suyo prestado por los blancos) por la
módica cifra de tres kilos.
"Está amarrado",
llegó a decir el entonces director de fútbol nervionense,
Joaquín Caparrós, que le tenía preparado un
blindaje de 85 millones después de su espectacular inicio de curso con el Sevilla FC, antes de que una interminable lesión le hiciese pasar a un discretísimo segundo plano; hasta el punto de que el utrerano dejó caer que el delantero estaba fingiendo una lesión que los médicos del club no detectaban y que provocó que
el propio Silva le contestase y desmintiese públicamente, sin evitar que su salida de Nervión fuese por la puerta trasera.
Ahora, André Silva tiene
contrato con el Eintracht hasta 2023, se ha revalorizado y su nombre vuelve a estar
entre los mejores del mundo de su demarcación. Confía en seguir así hasta el final de la presente campaña y poder ser convocado por la
campeona continental para la Eurocopa del próximo verano. "Jugar junto a
Cristiano Ronaldo sería algo prometedor", ha manifestado sobre una dupla con la estrella de la Juventus en el combinado de Portugal, de cuyas convocatorias también se cayó en su día.
"
Sólo pienso en mi presente. Las
fuertes críticas que he recibido en el pasado en otros países me han motivado. Hoy soy un jugador más maduro, puedo decir que he jugado en casi todas las mejores ligas", explicaba André Silva en la primera parte de su entrevista a
O'Jogo, refiriéndose a sus tortuosas aventuras en Andalucía y en la Lombardía. "Estoy bien, incluso si el entusiasmo va y viene.
Soy el segundo mejor goleador de Europa y quiero seguir así,
me gustaría ganar la Bota de Oro", concluía.