La venta de Tonny
Sanabria al
Torino, que reportará al
Betis, de recibirse todos los pluses (relativamente fáciles de ejecutar, pues no están ligados a su productividad goleadora), más de
doce millones de euros, ha aliviado considerablemente la tesorería heliopolitana, obligada al ajuste por el retraso de la vuelta a los estadios del público y por la inexistencia de ingresos extraordinarios en forma de traspasos hace dos ventanas. Según algunas fuentes, el desfase estaría
entre los 15 y los 18 millones de euros, por lo que todavía será necesaria otra operación más como mínimo antes del 30 de junio, no necesariamente de este tipo.
En principio, el conjunto 'granata' abona al contado (se descartó el aplazamiento) siete millones de euros, con otros tres en variables que sí se percibirían en el futuro, amén del ahorro en el sueldo del delantero de aquí al 30 de junio de
2022, lo que tenía firmado con el Betis, y que asciende en total a más de dos kilos. Hubo ofertas, en octubre y en enero, por
Loren, Borja Iglesias, William Carvalho, Juanmi, Lainez y Sidnei, si bien casi ninguna realmente interesante, por lo que acabaron siendo descartadas. En algunos casos, se pueden o se deben reactivar para que el
tope salarial no se vea afectado en la campaña venidera.
El mediocentro luso-angoleño y el delantero marbellí aparecen como soluciones para generar futuras plusvalías o, como poco, una liberación relevante en materia de emolumentos (
2,5 limpios el ex del Sporting Clube), pero no son los únicos. Con
Canales recién renovado, amén de atado (con una cláusula de
50 millones) y asentado en la capital hispalense, todas las miradas apuntan a
Nabil Fekir, que cumple su segundo curso en Heliópolis. Y no porque el internacional francés esté deseando cambiar de aires (de hecho, acaba de comprarse una casa en los alrededores de Sevilla), sino porque a todas las partes les
interesaría, económicamente hablando, un movimiento en verano.
Negado ante el gol desde principios de temporada, el '8' sí
se está echando el equipo a la espalda en otros apartados cruciales del juego, aunque su disponibilidad futura ha despertado el interés de clubes cada vez más importantes.
Como ya se publicó,
Valencia y Atlético tantearon al atacante a la par que el Betis, como también clubes de
China, Qatar y el
Nápoles, si bien
Haro y Catalán trabajaron a destajo para convencer al campeón del mundo de la conveniencia de enrolarse en un proyecto en crecimiento. Ahora,
Real Madrid e Inter habrían vuelto a la carga, tanteando al entorno del mediocampista de cara a la 21/22, según diversas publicaciones.
Ocurre que la falta de 'cash' en este mercado post pandemia es flagrante, por lo que difícilmente se alcanzarán las cifras que barajan en la planta noble del
Benito Villamarín, pues se abonaron hace año y medio
19,75 millones, más otros diez en variables. El tercer plazo de la
amortización del fijo por Fekir es inminente, razón de más para que el Betis, como poco, escuche ofertas, entre otras cosas porque, contando con el sueldo de su hermano
Yassin, recién promocionado a la primera plantilla, los ex del Lyon cuestan unos cuatro kilos por campaña.
El caso es que el presunto interés del Madrid queda un poco en entredicho al estar vinculado, en teoría, a una petición de
Zidane, con un pie fuera por los malos resultados del conjunto blanco a la hora de la verdad. Eliminado de la
Copa del Rey por el Alcoyano en octavos de final, con la Liga casi descartada por la gran ventaja del
Atlético y con la Champions como última bala, todo hace indicar que
Florentino Pérez prescindirá del galo más pronto que tarde, por lo que sus recomendaciones caerían seguramente en saco roto. La idea, según las mismas fuentes, es vender a
Isco y aprovechar ese dinero para ir a por Fekir, aunque, como se ha reflejado antes, no parece una vía muy sólida.
Menos aún interesaría al Betis lo que proponen en Italia: el Inter estaría buscando un intercambio entre
Sensi y Fekir, cuya diferencia en valor de mercado es de unos
7 millones de euros. Medios transalpinos hablan de una operación que supondría unos
35 millones de euros, aparentemente para
compensar a los verdiblancos con algo de efectivo para que la compraventa le conviniese. Una
fórmula que, si se llega a plantear, seguramente no convenza a una directiva que sólo soltaría a su
jugador-franquicia a cambio de una jugosa cantidad.