Hay dos clubes que aparecen siempre que se nombra al joven y prometedor futbolista catalán
Riqui Puig. Uno es el
FC Barcelona y el otro es el
Real Betis. La entidad culé es lógico que aparezca relacionada con él, pues pertenece a su primera plantilla -aunque no lo parezca- y lleva vestido de azulgrana desde que era un crío. Lo de los verdiblancos es más sorprendente, pues
no hay mercado de fichajes en el que no suene como posible refuerzo en el Benito Villamarín. Por supuesto, esta ventana de
enero de 2021, que abrió este lunes, no va a ser una excepción y menos después de que, según apuntan desde Ciudad Condal, se haya
desbloqueado la situación que impedía su salida.
Cuando
Ronald Koeman llegó al banquillo del Barcelona el pasado verano, dejó claro al menudo mediapunta que
lo mejor sería que buscase minutos fuera para no frenar su interesante proyección. Esto, como es normal, intensificó los rumores de su
posible cesión al Betis, que había vuelto a levantar la mano para ofrecerle acomodo como ya hiciese en enero de 2020 y en el verano de 2019.
Esa intención del técnico holandés
no sentó bien en parte de la afición del Barça, siempre muy protectora con los productos de
La Masía y que, a priori, no entendía cómo el club podía gastar dinero en fichar a jóvenes como
Pedri o Trincao y no dar oportunidades a las perlas formadas en la casa.
Riqui, envalentonado por este apoyo popular, comunicó al club que quería quedarse y Koeman, a quien no le convenía empezar su etapa en el banquillo del Camp Nou con la opinión pública en su contra, no le puso problemas.
No obstante, seis meses después,
el resultado es esclarecedor: sólo 72 minutos ha jugado Riqui Puig en la presente temporada, repartidos en cinco encuentros (tres de Champions y dos de LaLiga) a pesar de las numerosas lesiones que ha sufrido el Barcelona en el último tercio del campo y el de Matadepera
parece tener más claro que nunca la necesidad de explorar un nuevo destino y buscar su sitio lejos de casa. Sin embargo, ahora es el club el que le pone
condiciones: renovar un contrato que expira en junio.Riqui Puig tiene firmado hasta el 30 de junio de 2021
y el club catalán quería hacer efectiva su opción para extender su vinculación dos temporadas más. La redundante falta de oportunidades (con Valverde, Setién y ahora Koeman) provocaba
recelos en el entono del joven de 21 años; pero, según informa
Mundo Deportivo, ésa cláusula ya está firmada, el mediapunta será propiedad del Barça hasta 2023 y en el Camp Nou prometen darle facilidades para irse cedido. Y
ahí es donde entra de nuevo el Betis.
En primer lugar, porque la cesión descartaría al Manchester City de Pep Guardiola, que lo quiere traspasado. Y, además, el Betis podría usar la buena relación que tiene con el club blaugrana (operaciones con Junior, Emerson o Aleñá lo confirman). En el conjunto heliopolitano le tantearon hace algunas semanas, cuando daban por hecho que la lesión de Sergio Canales sería de más de tres meses y Manuel Pellegrini tiene una buena opinión acerca de esta operación.
No obstante, hay muchas cosas que ponderar en el Benito Villamarín. En primer lugar,
la prioridad son las salidas. Sólo así podrá llegar alguien. Y, luego, la
necesidad más imperiosa está en reforzar la defensa con lo que recaude por uno de los delanteros. En el centro del campo, la poderosa reaparición de Canales o la irrupción de Rodri habían hecho pasar a un segundo plano la vía de
remodelar la sala de máquinas con el propio Riqui o con su compañero Aleñá -
que ha decidido no esperar al Betis-. Ahora bien, si sale Carvalho...