José Antonio Rivero3 min lecturaLa desagradable historia ha tenido lugar en Reino Unido y sus protagonistas son Amanda Gommo, de 51 años, y el chihuahua de su hija. La señora y el perro tenían la costumbre de dormir la siesta juntos, algo que acabó con la mujer en el hospital.
Según cuenta la agencia de noticias 'South West News Service', cuando la mujer estaba dormida notó como algo entraba por su boca, lo cual la despertó. Se trataban de las heces del perro, que había sufrido diarrea y no pudo contener sus excrementos. "No podía quitarme el sabor de la boca", relata la mujer a la agencia de noticias. Un hecho por el que Amanda estuvo vomitando durante horas.
Cuando se pasó el mal rato, Amanda decidió no darle más vueltas y seguir con normalidad, aunque para quedarse tranquila llevo al perro al veterinario, donde le detectaron un virus estomacal. Días después, la mujer comenzó a tener los mismos síntomas que tuvo el animal. Diarrea constante y malestar. Fue al médico y le mandaron beber mucha agua y algún que otro analgésico para el dolor, pero el problema no se quedó ahí.
"Estaba tan deshidratada por las condiciones en las que estaba que mis riñones habían disminuido su tamaño en un 50%", explicó Amanda, cuyos dolores fueron a peor. Con el añadido de la que la mujer padece la enfermedad de Crohn, una patología que provoca la inflamación de los intestinos.
Al final, tras unos días de pasarlo mal, una ambulancia tuvo que ir a casa de Amanda y llevarla al hospital, donde estuvo ingresada algunos días con una fuerte infección gastrointestinal. La mujer ya está en casa con la perra, a la que no sabemos si volverá a dejar dormir con ella.
Según los expertos, compartir el sueño con tu perro o gato ayuda a reducir la presión arterial, así como la ansiedad y el estrés, aportando sensación de seguridad. Pero como acabamos de ver, también tiene sus desventajas.
En lo que se refiere a la higiene o a la posibilidad de infecciones, un animal en la cama aumenta el riesgo, así como problemas alérgicos.
En definitiva, dormir con la mascota no es malo siempre y cuando se cumplan una serie de medidas, como que el animal esté sano y limpio. Por eso es recomendable limpiar a los perros cada vez que vuelven de su paseo en la calle.