La última liada del polémico Andrew Tate tiene que ver con España

El controvertido ex kickboxer anglo-estadounidense, cancelado desde verano en todas las redes sociales por misógino, violento y responsable de una presunta estafa telefónica, acabó con la carrera en los eSports de Ocelote y ahora despotrica de este país mientras circula por él

Villa GómezVilla Gómez3 min lectura

Saltó a la fama como luchador de kickboxing, disciplina a la que podría regresar. Al menos, eso insinuó recientemente en Dubái durante us careo con Jake Paul, un actor y boxeador que se ha hecho un nombre por una serie en Disney Plus, aunque va por el mismo camino que su compatriota. Porque Andrew Tate, sin duda una de las personas más odiadas del momento y, por ende, cancelado desde verano en todas las redes sociales, nació en Estados Unidos, como Paul, aunque creció en Inglaterra. Para el caso, igual da. Sus cursos y charlas sobre artes marciales le catapultaron a la fama que no había alcanzado en los cuadriláteros, pese a su doble campeonato mundial, por lo que probó en la versión británica de 'Gran Hermano'. Una semana duró allí. Más recientemente, él mismo se ha cargado sus cuentas, con varios millones de seguidores, en Twitter, Facebook, TikTok, Instagram o YouTube.

Todas las plataformas lo han eliminado por misógino, violento y, según algunas fuentes, responsable de una presunta estafa telefónica. Pero su desprecio a las mujeres, dejando claro su parecer en temas como las violaciones ("las víctimas son también responsables", arguyó), se lleva la palma. Una mudanza a Rumanía por la presunta permisividad allí con las prácticas sexuales, el registro de su casa por la Policía en busca de una posible mujer secuestrada... Los ejemplos inadecuados se cuentan por cientos, como los 'viewers' de los vídeos que sigue protagonizando y que se siguen viralizando, pese a no tener perfiles propios.

Una de sus víctimas españolas fue Carlos Rodríguez, conocido en el mundillo de los eSports como Ocelote, que terminó siendo obligado a dejar de ser el CEO de su propio equipo, G2, tras replicar a los que le criticaron por colgar unas imágenes de fiesta con Andrew Tate. "Salgo con quien me da la puta gana", esgrimió el entonces jefazo de la modalidad, aunque terminó sucumbiendo a la presión y abandonando un proyecto tan ambicioso como lucrativo.

La última liada del ex kickboxer se difundió hace unos días. En el vídeo se atisba a descubrir señales de tráfico españolas, en concreto una que da la bienvenida a la comunidad de Castilla-León, mientras el cancelado creador de contenidos mira continuamente a la cámara del móvil para soltar unas 'perlas' sobre España que ya han generado miles de críticas en las redes, pese a que el tipo se basa en tópicos absurdos como que aquí "se trabaja dos horas al día" y "sólo se duerme la siesta", amén de censurar a las mujeres españolas y decir que "hola", el saludo más usual, "suena gay".