José Antonio Rivero4 min lecturaPablo Motos ha vuelto a estar en el ojo del huracán tras permitir que Alfonso Guerra expresara su opinión sobre la limitación en la realización de chistes sobre ciertos temas sensibles, como homosexuales o enanos. La defensa de Motos alega que los humoristas enfrentan restricciones al determinar qué temas pueden abordar en sus espectáculos.
Este episodio ha dado lugar a un movimiento denominado #MoToos, claramente inspirado en el #MeToo. Se ha acusado al programa de Pablo Motos de realizar llamadas a medios y periodistas para quejarse de noticias consideradas desfavorables hacia el presentador. Se han señalado monólogos y quejas sobre la representación visual de Motos en fotos de noticias.
La conocida artista Samantha Hudson no ha dudado en expresar su posición sobre 'El Hormiguero' y su participación en el programa. En una declaración firme, Hudson afirmó que no aceptaría una invitación para participar en el programa, calificándolo de "asqueroso". Criticó la actitud del programa al opinar sobre temas sin tener en cuenta la censura, especialmente cuando el propio Motos dirige el programa y tiene control sobre los invitados.
Hudson cuestiona la noción de censura en un programa donde, según ella, el presentador tiene un papel activo y controla los contenidos. Critica las decisiones pasadas del programa, como la invitación a Santiago Abascal y a Isabel Díaz Ayuso, considerándolas acciones que generan incomodidad y dan una plataforma para lavar la imagen de ciertos invitados.
"Todas las cosas que hizo, la gente a la que ha incomodado, traer a Santiago Abascal para reírle las gracias, a Isabel Díaz Ayuso para hacerle la campaña y lavarle la cara. Que me da asco 'El Hormiguero' y punto", indicó.
Las críticas de Samantha Hudson plantean preguntas más amplias sobre la naturaleza del programa y su papel en la sociedad. ¿Es 'El Hormiguero' un espacio donde se ejerce la libre expresión o, como sugiere Hudson, una plataforma selectiva que ha incomodado a algunos y ha sido utilizada con fines políticos?
"¿Qué censura? Si estás hablando tú, que eres el director de tu propio programa, en el cual participas desde hace años, en prime time, diciendo lo que te sale de las narices. Controlando los invitados y estás hablando de que te están censurando, ¿quién te está censurando?", dijo la cantante en el podcast '¡Vaya vaina!'.
El debate sobre la libre expresión y la responsabilidad mediática se intensifica en este contexto. Mientras algunos defienden la necesidad de abordar temas controvertidos con humor, otros cuestionan la línea entre la sátira y la responsabilidad, especialmente cuando se trata de figuras públicas.
Las críticas hacia 'El Hormiguero' y Pablo Motos abren un diálogo más amplio sobre la ética en los medios de comunicación, la libertad de expresión y la responsabilidad que conlleva dirigir un programa de entretenimiento en horario estelar.