'El Cuerpo en Llamas' se ha erigido como un hito en el mundo de las docuseries, consolidándose como una de las producciones españolas más destacadas de este año. El impactante caso de la Guardia Urbana ha dejado una marca indeleble en el género de las series y películas que exploran la crónica negra en España. Hace pocas semanas, los espectadores descubrieron el increíble esfuerzo que el elenco y el equipo de la serie realizaron, tanto frente a las cámaras como fuera de ellas, para dar vida a esta escalofriante historia. Sin embargo, ahora se revela un percance que afectó a Úrsula Corberó, la actriz que interpreta a Rosa Peral, la protagonista de la trama.
El personaje de Quim Gutiérrez, Albert López, experimentó una drástica transformación física para la serie, un cambio que impresionó a la audiencia y demostró el compromiso del elenco con la autenticidad de la historia. A lo largo del rodaje, Corberó y Gutiérrez se enfrentaron a un desafío excepcional al interpretar uno de los casos más oscuros y macabros de la crónica policial española.
Los rodajes de este tipo suelen estar acompañados de anécdotas extraordinarias, y 'El Cuerpo en Llamas' no fue la excepción. Úrsula Corberó compartió una anécdota impactante que tuvo lugar durante la filmación, un accidente que la dejó emocionalmente sacudida. La escena en cuestión se desarrollaba en la casa de Rosa Peral, y Corberó revela que tuvo lugar en un día particularmente agotador para ella. En sus propias palabras, menciona: "Estaba muy cansada y tenía una escena en la buhardilla, que es la habitación de mi hija. No podía mirar el móvil, pero como estaba cansada, empecé a hacer cosas que no debía hacer".
Fue en ese momento cuando se produjo el accidente. Corberó se golpeó en la frente con una viga, y describe el impacto como una "santa hostia". Lo curioso es que, ese mismo día, el equipo de sonido estaba introduciendo a un nuevo miembro, y este fue testigo de la escena: "Este hombre, que llegó el primer día y, en la primera escena que le tocó, de repente, ve a Úrsula Corberó llegar, golpearse con una viga en la cabeza y caer al suelo".
El incidente afectó profundamente a la actriz, quien relata que pasó "una hora y media llorando" e incluso tuvieron que detener la filmación debido a su dolor. Por suerte, no sufrió hematomas notables y, en sus propias palabras, se considera a sí misma "diseñada para rodar". Este episodio es un recordatorio de que, en la industria del entretenimiento, las anécdotas inusuales y los momentos de superación son parte integral del proceso creativo.