El gran momento de las ligas deportivas americanas es sin duda alguna el día de Navidad, ya que es cuando se disputan los mejores partidos de la NBA, porque sí, esa es la fecha elegida por la liga de baloncesto para comandar la programación de Estados Unidos, pero eso ha sido hasta ahora, porque este 2024 la NFL, junto a Netflix han programado dos partidos que han hecho que salten por los aires todos los récords de audiencias. Steelers ante Chiefs y Texans contra Ravens y el espectáculo del descanso de este segundo ofrecido por Beyoncé, impusieron un récord de audiencia acumulada de 65 millones de espectadores.
Ambos partidos y la actuación de Beyoncé, considerada la máxima estrella del pop del siglo XXI según la revista Billboard, tuvieron una audiencia promedio de 24 millones de visualizaciones a través de Netflix, plataforma líder de streaming, que fue seguida en más de 200 países. Según datos de Nielsen Company, empresa estadounidense que mide audiencias de medios, estos partidos fueron los más vistos en la historia de la NFL a través de 'streaming'.
El juego en el que los Baltimore Ravens derrotaron a los Houston Texans promedió 24.3 millones de espectadores por minuto, fue el duelo más seguido en el día de Navidad desde el 2001. El choque en el que los campeones Kansas City Chiefs se impusieron a los Pittsburgh Steelers acaparó la atención de 24.1 millones de seguidores cada 60 segundos. La audiencia llegó a su punto máximo en el espectáculo de medio tiempo del Ravens-Steelers, que protagonizó Beyoncé con poco más de 27 millones de espectadores.
Los números dados a conocer por la NFL superaron por mucho al partido más visto de la NBA, el que protagonizaron Los Angeles Lakers contra los Golden State Warriors, el cual atrajo a 7.76 millones de espectadores. Ya lo dijo Lebron James, que este 25 de diciembre es el día de la NBA, sin embargo, con datos como estos no es posible más que recalcar el dominio que tiene el ovoide sobre el balón naranja, más aún teniendo en cuenta que la liga tiene apenas 18 jornadas y eso hace que en los 4 meses por los que se alarga no haya ninguna competición que pueda siquiera toserle, menos aún la NBA y sus 82 partidos, que están apenas en la primera mitad de ellos, lejos de los momentos clave de la campaña.