Con el Papa Francisco al frente, el Vaticano continúa haciendo cambios nunca antes vistos en la Santa Sede y la Iglesia Católica. El pasado mes de mayo se publicó un nuevo reglamento para regular las apariciones marianas y otros fenómenos sobrenaturales, actualizando el de hace casi medio siglo.
El pontífice italiano al antiguo Santo Oficio, hoy Doctrina de la Fe, unas nuevas reglas sobre este aspecto, puesto que se empezaba a ver como gracias a las redes sociales y las facilidades de una comunicación globalizada estaban sacando a la luz un mayor número de estafadores, que además tienen un alcance muy grande. El papa Francisco es muy sensible con las devociones populares, de ahí poner en marcha estos cambios.
La principal modificación es que ahora será la Santa Sede quien tenga la última palabra, ya que hasta ahora eran los obispos locales los que debían debatir sobre lo verdadero o no de todos estos milagros y apariciones sobrenaturales. Lo cierto es que es un paso muy importante, puesto que apariciones como las vividas en Fátima, en Portugal; Lourdes, en Francia; o Medjugorje, en Bosnia-Herzegovina, mueven un gran número de nuevas vocaciones e incluso conversiones. En este último caso, las nuevas normas del Vaticano podría ser valorado de nuevo.
Este nuevo reglamento ha entrado en juego ahora en Italia, donde una vidente decía comunicarse con una virgen que lloraba sangre y "multiplicaba" pizzas y ñoquis. Esta supuesta vidente es catalogada como una estafadora por la Iglesia Católica debido a las nuevas normas establecidas en mayo.
Gisella Cardia es la polémica vidente que atraía a centenares de peregrinos al pueblo de Trevignano, muy próximo a Roma, afirmando que el tercer día de cada mes tenía visiones y podía hablar con una virgen que no multiplicaba panes y peces, sino pizzas o ñoquis.
Ahora está siendo investigada por la justicia italiana tras la denuncia de varios fieles, puesto que había creado una asociación de la que se lucraba con los donativos de los creyentes. En un comunicado, el Vaticano afirma que no hay nada de "sobrenatural" y muestra su apoyo al obispo local de prohibir las peregrinaciones a Trevignano.
El caso contrario ha ocurrido en Calabria y Lombardía, donde el Vaticano no se ha opuesto al culto a la Virgen de la Rosa y la Virgen María Rosa Mística. La primera se apareció a un campesino en 1968, algo que desde entonces atrae a multitud de fieles. En el caso de la virgen de Lombardía, se le apareció a una joven que hacía la limpieza de una iglesia. Cuando el joven murió, sus diarios fueron públicos y dicha iglesia se convirtió en un lugar de culto.