Iker Castaño3 min lecturaTras dejar imágenes espectaculares la aurora boreal hace unos días en diferentes puntos de Andalucía, la comunidad autónoma ha presenciado otro extraño fenómeno esta pasada madrugada y no ha tardado en hacerse viral. Una potente y veloz bola de fuego atravesó los cielos de España y Portugal y han sido numerosos los distintos puntos de la Península Ibérica donde se ha podido disfrutar de este meteorito. Numerosos usuarios de X (la red social de Twitter) han subido vídeos de la bola de fuego, convirtiéndose en uno de los temas de tendencias.
Se inició a 122 km de altitud sobre Don Benito (Badajoz), se movió hacia el noroeste, cruzó Portugal (el fenómeno también ha sido avistado en Andalucía, Castilla-La Mancha, Madrid, Extremadura y Galicia) y finalizó su recorrido a 54 km de altura sobre el Océano Atlántico, en Castro Daire, Portugal, según informa el periódico luso Público, citando fuentes de la Protección Civil portuguesa.
El objeto, que produjo un fogonazo de luz verde y dejó una estela persistente a 161.000 kilómetros por hora, se pudo presenciar desde más de 800 km de distancia, tal y como ha analizado el astrofísico José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).
"Fue producida por una roca procedente de un cometa", ha apuntado Madiedo en 'X'. "A lo largo de su trayectoria la bola de fuego mostró varias explosiones que provocaron aumentos súbitos de su luminosidad y que se debieron a diversas rupturas bruscas de la roca", ha explicado el proceso.
"Debido a su gran luminosidad, que fue mucho mayor que la de la Luna llena, pudo verse desde más de 800 km de distancia. La roca se fragmentó a lo largo de su trayectoria, aunque todos esos fragmentos se desintegraron completamente en la atmósfera, por lo que ninguno de ellos habría caído al mar", ha asegurado el astrofísico.
Este fenómeno ocurrido esta pasada madrugada ha llegado pocos días después de que se presenciaran estampas inigualables con las auroras boreales. Los expertos han asegurado que antes de terminar 2024, o a principios de 2025, es posible que se produzca una situación muy parecida a la vivida semanas atrás, que se pudo disfrutar también en puntos de Andalucía. La razón se encuentra en que el Sol vivirá su pico máximo de actividad a lo largo de los próximos meses, por lo que se esperan nuevas tormentas geomagnéticas que se traduzcan en este episodio poco habitual.