Todo lo que debes saber si quieres poner una piscina en la terraza

Las piscinas, ya sean hinchables o de obra, se presenta como una de las mejores opciones para hacer frente al calor en temporada veraniega, sin embargo hay que tener en cuenta lo que dice la ley antes de comprarla

Todo lo que debes saber si quieres poner una piscina en la terraza
¿Se puede colocar una piscina en la terraza? - Cordon Press
Iker CastañoIker Castaño 3 min lectura

¿A quién no se le ha pasado por la cabeza poner una piscina en su terraza o azotea para darse un chapuzón en verano mientras está con el aire acondicionado en casa? Una idea que pasa por muchas cabezas pero que antes conviene informarse sobre lo que dice la ley y evitar el susto de haber hecho frente a un importante gasto y luego no poder instalarla.

En este caso, hay que tener en cuenta lo que digan los vecinos. El exceso de ruido, el mantenimiento de las áreas comunes o las reformas de viviendas son algunas de las trifulcas más comunes en las comunidades de vecinos y debe tenerse en cuenta. Hacerlo sin permiso y sin informar de ello es muy arriesgado, ya que puede derivar en denuncias e importantes problemas legales.

Aunque uno tenga el deseo de instalar una piscina en su terraza o azotea debe tener en cuenta que en la mayoría de casos vive en un piso con varios vecinos y al tratarse de un elemento común del edificio, implica a toda la comunidad. Uno de los asuntos que se debe tener en cuenta antes de acudir a un supermercado es saber si la piscina pone en riesgo la estructura de la terraza.

El propietario debe informarse bien y asegurarse de que aguantará el peso de la piscina. Además, cuando sea necesario poner un refuerzo estructural para que la terraza soporte el peso de la piscina, también será indispensable consultarlo con la comunidad de vecinos.

Que soporte la presión de 200 kilos por metro cuadrado

Tal y como reconoce el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos, hay que tener en cuenta distintos factores, "como el peso de las personas que van a disfrutar de la misma, o el mobiliario que se colocará junto a la piscina". También conviene "conocer la antigüedad del edificio y revisar la memoria de estructura de la casa", y saber de primera mano por la constructora el peso que soporte el elemento.

Las terrazas suelen estar construidas para soportar un peso máximo aproximado de 350 kg/m2. La ley española asegura que cada metro cuadrado forjado de una vivienda debe ser capaz de soportar la presión de 200 kilos. Aun así, para asegurarse al 100% de ello se debe consultar con un arquitecto técnico y evitar así riesgos de derrumbe. Por tanto, si se trata de una piscina portátil que no supere los 20 centímetros de profundidad y la comunidad de vecinos no ponga inconvenientes, sería posible poner una piscina para pegarse un chapuzón.