Llegan fechas señaladas como la Navidad y en los hogares españoles es tradición que haya algún tipo de marisco. Gambas, langostinos, cigalas, cangrejos, carabineros, bogavantes, langostas, almejas, mejillones... No importa cuál sea, pero este tipo de alimento ha estado presente en las comidas y cenas navideñas a lo largo de la historia. El marisco y el jamón son sin duda los dos entremeses favoritos de los españoles. Ahora el tema del marisco podría llegar a perderse, y no por su elevado precio.
Siempre se busca en el mercado el marisco más fresco posible, incluso que estén vivos, cociéndose antes de consumirlo para que llegue a la mesa recién hecho. Un estudio elaborado en la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, solicita poner fin a esta práctica. La doctora en zoofisiología Lynne Sneddon explica que los crustáceos como los carabineros, las langostas o los bogavantes sufren mucho al ser cocidos vivos, por lo que pide poner fin a esta manera de cocinarlos para seguir consumiéndolos. "Si queremos seguir comiéndolos, tenemos que encontrar formas menos dolorosas de matarlos, porque ahora tenemos pruebas científicas de que experimentan dolor y reaccionan ante él", explica Sneddon.
Hasta la fecha, varios estudios observacionales dedujeron que este tipo de marisco sentía menos dolor al ser hervidos que con cualquier otra muerte. Los investigadores observaron cómo langostas o cangrejos tenían mayores estímulos ante descargas eléctricas o ácidos que al ser cocidos. Ahora la Universidad de Gotemburgo ha decidido profundizar en la materia.
Eleftherios Kasiouras, estudiante de doctorado en zoofisiología, ha dirigido un estudio en el que midieron la actividad cerebral de los cangrejos para conocer su dolor.
"Pudimos ver que el cangrejo tiene algún tipo de receptores de dolor en sus tejidos blandos, porque registramos un aumento en la actividad cerebral cuando aplicamos una sustancia química potencialmente dolorosa, una forma de vinagre, a los tejidos blandos del cangrejo. Lo mismo sucedió cuando aplicamos presión externa a varias partes del cuerpo del cangrejo", cuenta uno de los integrantes de dicho estudio.
Está claro que los mariscos son una gran fuente de alimento para el ser humano, con multitud de propiedades, así como un factor importante en la economía de diversos países del mundo. "Necesitamos más investigaciones para encontrar formas menos dolorosas de matar mariscos", afirma la doctora Lynne Sneddon, añadiendo un nuevo problema al consumo de marisco, que ya se enfrentaba a la sobrepesca y la destrucción de su hábitat natural.