Con la llegada de la primavera y el verano a la vuelta de la esquina, las aguas de Cádiz y Estrecho vuelven a recibir a las orcas y el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) ha aconsejado "extremar precauciones". El hundimiento de un velero este pasado domingo en el estrecho de Gibraltar tras recibir golpes en el casco de unas orcas, según han informado fuentes de Salvamento Marítimo, ha provocado que se lance el aviso de "alerta".
Aunque los expertos aseguran que estos cetáceos "no son agresivos", los tripulantes en la mar deben tener en cuenta las consecuencias que pueden acarrear la presencia de estas orcas, que indican "están relacionadas con un comportamiento de juego o socialización más que de agresión". Por suerte todo quedó en un susto para los dos tripulantes, de nacionalidad española, que fueron rescatados por un petrolero y les condujo a Gibraltar.
Aun así, como medidas a tener en cuenta para "extremar la precaución", la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación y la Dirección General de la Marina Mercante para aquellos navegantes en caso de encontrarse con orcas en el Atlántico con el fin de "evitar o minimizar los riesgos para los tripulantes, las embarcaciones, la navegación y los propios cetáceos".
Así las cosas, instan a los tripulantes que en "el momento que puedan aparecer y haya una interacción, tanto si se trata de una embarcación a motor como de una embarcación a vela, no se debe detener la embarcación y hay que navegar hacia la costa, a aguas menos profundas", aconsejan para evitar sustos como el de esta semana pasada.
Otro de los consejos que se debe tener en cuenta es "no navegar en la zona delimitada del Golfo de Cádiz y el Estrecho de Gibraltar indicada durante los meses de abril a agosto, y navegar lo más próximo posible a la costa dentro de los límites de seguridad y que se evite que las personas a bordo se acerquen a las bandas, procurando que se sitúen en lugares que proporcionen la mayor protección posible ante eventuales movimientos bruscos que pudieran ocasionar lesiones o la caída al mar, y frente a golpes provocados por el repentino desplazamiento de elementos móviles".
Asimismo, los tripulantes tienen que "evitar la realización de conductas y el empleo de medidas disuasorias que puedan causar muerte, daño, molestia o inquietud a los cetáceos y notificar el avistamiento o la interacción con cetáceos al centro de coordinación de Salvamento (CCS) más próximo a través de los correspondientes canales de VHF (canal 16 o canal de trabajo), conforme a las instrucciones de notificación establecidas a este efecto", explican desde la Dirección General de Biodiversidad, Bosques y Desertificación y la Dirección General de la Marina Mercante.