Son millones los olivos que se reparten en territorio andaluz en cada provincia, hasta el punto de contar con el más grande del mundo. Según datos del Ministerio de Agricultura, hay 1.900.832 olivos de secano y regadío. La que más olivos tiene en las ocho provincias andaluzas es Jaén, que cuenta con 850.000 hectáreas y casi iguala al total del resto de provincias.
A la provincia jienense le siguen Córdoba, con variedades como Hojiblanca, Picual, Picudo y Lechín Cordobesa; Granada, con variedades como Picual, Lechín de Granada y Cuquillo; Sevilla, con Picual, Lechín sevillano, Hojiblanca, Gordal, Obregón y Manzanilla sevillana; Málaga, con las variedades Aloreña, Hojiblanca y Verdial; Almería, con Picual y Cuquillo y Cádiz, con variedad Lechín.
El olivo más enorme del mundo se encuentra en Jaén, y se trata del olivo milenario de Fuentebuena, el cual se ha convertido en uno de los símbolos de Arroyo del Ojanco hasta el punto de convertirse en Monumento Natural por la Junta de Andalucía, ya que ha sobrevivido a fuertes heladas, sequías y tórridas temperaturas.
Es un robusto ancianito que a pesar de ser centenario continúa dando frutos, quizás no tantos como en una cosecha de los años 1800 en la que, según las crónicas, proporcionó unos 850 kg de aceituna de variedad picual y que le valió su inclusión en el Libro Guinness de los Records. El pueblo Arroyo del Ojanco, por medio de su Ayuntamiento, ha presumido de dicho olivo. "Un privilegiado vestigio que ha resistido tantas generaciones entre cierzos y vendavales, entre hielos de crudos inviernos y veranos de sequedad extenuante" remarca.
José Luis Toribio, en su blog Adictos a los viajes destaca las características de un olivo milenario. "Destaca por sus dimensiones, y para muestra, unos datos: mide 10 metros de altura, su tronco llega a lo 4,80 metros de perímetro en la base y alcanza los 4 metros a 1,20 metros del suelo. Sus dos gruesas ramas en las que se divide el tronco miden 2,10 y 2,80 metros de diámetro. Por otro lado, su copa tiene una proyección de 116 metros cuadrados y un diámetro de entre 11 y 13 metros".
Se trata de un árbol con varios siglos de antigüedad y aunque no se sepa con certeza su edad "hay una leyenda que dice que fueron unos frailes mendicantes quienes, tras la conquista de Al-Andalus, plantaron el olivo con la intención de que no les faltase nunca el aceite de oliva para destinarlo a los santos óleos", apunta Toribio.