El mundo ha perdido a un amigo fiel, Bobi, el perro más longevo del que se tenga registro. A la edad de 31 años y 165 días, Bobi falleció en su hogar en Portugal el pasado lunes. La noticia fue confirmada por Karen Becker, una veterinaria que había atendido al can en varias ocasiones. Su partida deja un vacío en el corazón de todos aquellos que lo conocieron y amaron.
Bobi era un ejemplar puro de Rafeiro do Alentejo, una raza canina autóctona de la región portuguesa de Alentejo. En febrero, Bobi alcanzó el título del perro más longevo del mundo, superando el récord de un can australiano que vivió hasta los 29 años y 5 meses, antes de fallecer en 1939. Hasta el momento, no se ha revelado la identidad del perro que podría superar el récord de Bobi.
El hogar de Bobi estaba en el tranquilo pueblo de Conqueiros, situado cerca de la costa portuguesa. Su dueño, Leonel Costa, atribuye la longevidad de Bobi a un ambiente apacible y sereno, además de una alimentación equilibrada y un contacto constante con la naturaleza. "La libertad para explorar su entorno, atención veterinaria regular y amor. Bobi sabía que era profundamente amado", según Becker.
A lo largo de su larga vida, Bobi experimentó una excelente salud, con solo un incidente en 2018 cuando fue hospitalizado debido a un colapso repentino y dificultad para respirar. Antes de su fallecimiento, Bobi enfrentó problemas de movilidad y una disminución de su visión.
Lo que hizo especial a Bobi fue su dieta inusual. A diferencia de muchos perros, su alimentación consistía principalmente en comida para humanos. Según su dueño, Bobi prefería la comida casera a la comida enlatada. "Entre una lata de comida para perros y un trozo de carne, Bobi no dudaba en elegir nuestra comida", afirmaba Leonel Costa. Bobi era el último miembro de una larga generación de animales en la familia Costa, ya que la madre de Bobi vivió hasta los 18 años y otro perro de la familia alcanzó la edad de 22 años antes de partir.
La historia de Bobi ha tocado los corazones de muchos amantes de los animales en todo el mundo. Su longevidad y la forma en que fue amado y cuidado por su familia son un testimonio de la relación especial entre humanos y sus compañeros caninos. La noticia de su partida deja una sensación de pérdida, pero también una celebración de su larga vida y el amor que compartió con su familia durante más de tres décadas.
A pesar de su partida, el legado de Bobi vivirá en la memoria de todos aquellos que lo conocieron, y su historia seguirá inspirando a quienes buscan proporcionar a sus mascotas una vida feliz y saludable. La vida de Bobi es un recordatorio de que, con el cuidado adecuado y mucho amor, nuestros fieles amigos de cuatro patas pueden enriquecer nuestras vidas durante muchas décadas.