El 24 de agosto de 2023 será una fecha que María del Monte no olvidará. Tampoco su pareja Inmaculada Casal ni la hija de esta y su marido, que fueron sorprendidos. Son las 4:40 de la madrugada y cinco asaltantes entran en su chalé y le roban, según ha podido saber La Sexta, hasta 14 relojes de lujo, plumas estilográficas, carteras, diversas joyas de oro y brillantes, de elevado valor económico y 14.500 euros en efectivo. Lo tenían todo planeado, incluso decidieron repartirse en dos grupos para llevar a cabo el asalto y tener controladas a todas las personas que había en la vivienda, las mencionadas más la asistenta del hogar.
Y es que ahora, en las últimas horas, el programa 'Equipo de investigación' ha revelado que los ladrones "sabían perfectamente que las cámaras de seguridad no funcionaban ya que la compañía con la que estaban contratadas había quebrado. Esto dio alas a sus planes y facilitó su entrada a la vivienda", han asegurado. Asimismo los asaltantes tenían conocimiento de que uno de los pestillos estaba roto.
Según ha salido a la luz, cuatro de los cinco ladrones acudieron a la primera planta mientras que el último "bajó a una estancia en la que dormía la empleada del hogar". En poco más de media hora minutos todos los que se encontraban en casa estaban controlados y de hecho María del Monte trató de esconderse debajo de la cama, según han explicado en 'Equipo de investigación'. Los asaltantes conocían la distribución de la vivienda "a la perfección, porque no fueron habitación por habitación y habitáculo por habitáculo".
Eso sí, según van pasando las semanas, la banda se siente cada vez más acorralada por las diferentes informaciones que están saliendo en prensa. Un delito que se ha convertido en el más mediático y que comenzó con la llamada al 112 de Andalucía asegurando que había un robo en una vivienda en Ginés, Sevilla con dos personas afectadas, entre ellas la artista y la periodista. Los asaltantes les amenazaron de muerte al grito de "¡El dinero u os mato!" para que les entregaran todo el efectivo que guardaban en el domicilio así como las claves de la caja fuerte, incluso un cofre donde guardaban recuerdos de alto valor emocional.
En el juicio, las dos han indicado en las declaraciones individuales que "si no abría la caja en tres minutos, se llevaban a la niña y la mataban", con el susto todavía en el cuerpo casi un año después de aquel suceso que no olvidarán jamás.