Otoño sirve, entre muchas cosas, para salir del bullicio de las grandes ciudades y conectar con la naturaleza en su máximo esplendor. España cuenta con numerosos lagos bonitos, cada uno con su encanto, y la plataforma de visitas guiadas Civitatis ha señalado uno que se encuentra en Andalucía y es el más grande (la forma del vaso lagunar es elíptica, con sus dimensiones de 2,5 km en su eje menor y 6,7 km en el eje mayor). Se trata de un humedal, donde se localiza la mayor colonia de flamencos de toda la Península Ibérica.
Hablamos de la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra, al norte de la provincia de Málaga y la más extensa de la comunidad autónoma de Andalucía con sus 1.400 hectáreas, que constituye un enclave único y de primera magnitud dentro de los humedales del Mediterráneo Occidental. Pertenece al conjunto de lagunas de la zona de Antequera, que abarca otras reservas naturales que suman un total de 3.000 hectáreas de humedal.
Posee una reserva de agua dulce constituida por un canal periférico artificial. Está rodeada por cerros de poca altura; la Sierra del Humilladero queda al este de la laguna. La laguna, declarada como Reserva Natural, acoge a la segunda colonia más importante de flamencos rosas de toda Europa, sólo superada por la Camarga en el sur de Francia.
Respecto a la flora, lo más peculiar es la presencia de comunidades halófitas, así como de especies acuáticas endémicas. Además de la vegetación lacustre típica, la laguna está rodeada de tarajes, encinas, coscojas, olivos y matorral mediterráneo a base de lentisco, aulaga, o genista.
Debido al tipo de sustrato la evaporación del agua hace que la sal quede cristalizada sobre la superficie. La explotación de este recurso, que se abandonó hacia la década de los cincuenta, se remonta hasta la época romana. Los antiguos diques, muros y canales empleados para tal fin resultan ser imprescindibles para la nidificación del flamenco y de otras especies de aves acuáticas.
Además del lago, merece la pena visitar la localidad de Fuente de Piedra. Es un pueblo de calles rectas y casas encaladas con balcones de hierro forjado, destacando sin duda el Palacio de la Marquesa. Otro de los atractivos de este municipio es su gastronomía, basada en un aceite de oliva de excelente calidad. Destacan las chacinas, las migas y la porra antequerana, mientras que durante la primavera, habas y espárragos son la base de sus platos.