"Es bastante sorprendente que dondequiera que vaya me pregunten, especialmente los jóvenes, si no se debería poner un freno al precio del kebab", dijo recientemente Olaf Scholz, canciller alemán, y es que este plato de la cocina de Oriente Medio es casi una cuestión de estado en una de las grandes potencias del continente europeo.
Todos los países del mundo están viviendo la inflación, a la que por supuesto no escapa Europa, como bien sabemos en España. Cada país tiene luego sus peculiaridades y preferencias. En Alemania, una de las grandes preocupaciones está siendo el aumento del precio del kebad, una de las comidas favoritas y más consumidas por los alemanes. Los votantes aprovechan cualquier ocasión para hacerle llegar a los políticos su preocupación sobre este tema, algo que la clase política se está tomando muy en serio, incluso hay quien podría decir que demasiado.
El propio Gobierno ha llegado a publicar en las redes sociales oficiales explicaciones sobre el encarecimiento de los kebads en los últimos tiempos, aludiendo entre otras cosas al aumento de los costes salariales o los energéticos.
Tan en serio es el tema que el partido de izquierdas Die Linke plantea presentar una propuesta al Parlamento para parar lo que han llamado 'Dönerflación', queriendo fijar un tope al precio del kebad, tal y como en España se pide con el precio del alquiler, por ejemplo.
Según el citado partido político, hay ciudades alemanas en los que este plato cuesta ya 10 euros, mientras que hace un par de año sólo había que pagar cuatro euros por él.
"Para los jóvenes ahora mismo es un tema tan importante como el lugar al que se mudarán cuando se vayan de casa... Sé que para mucha gente aquí no es un tema del día a día, y también que es fácil ridiculizarlo, pero como representantes de los votantes creo que estamos obligadas a escuchar estos puntos de vista", dijo recientemente Hanna Steinmüller, diputada de Los Verdes.
Según las estadísticas, en Alemania se consumen unos 1.300 millones de kebads al año, 400.000 de ellos sólo en Berlín. Estos negocios generan ventas por valor de 7.000 millones de euros anuales. La propuesta del partido citado anteriormente es limitar el precio del kebad a 4,90 euros, con una subvención para jóvenes que dejaría el precio en 2,90 euros. El canciller Scholz ha descartado cualquier limitación de los precios, puesto que lo considera algo "inaplicable" dentro del libre mercado.
Los kebads son un plato típico de Oriente Medio y su origen se remonta a esa zona y a Asia Central, a lo que actualmente ocupan países como Turquía, Irán u otros territorios del Cáucaso. En la actualidad, algo identificativo de este plato es el rollo de carne que se asa de manera vertical y girando.
La evolución del kebad ha derivado en el llamado "döner kebab" turco, que bien se sirve en rollo o en una pita, así como en platos con arroz y ensaladas. Son tres los tipos de carne que suelen llevar, de cordero, pollo o ternera, todas sazonadas con multitud de especies. Los inmigrantes turcos fueron los encargados de introducir este plato en Alemania, adaptándolo al gusto del país germano.