El falso mito de los 10.000 pasos diarios: ¿Cuánto pasos hay que andar al día?

Que caminar es bueno para la salud es algo indiscutible, una cosa que nadie duda y con la que todo el mundo está de acuerdo. Andar tiene beneficios físicos, pero también es bueno para la salud mental. Donde ya existen distintos criterios es a la hora de determinar los pasos mínimos necesarios para que el caminar se note en nuestro cuerpo.

Siempre se ha dicho que el mínimo de pasos que había que dar en un día para que se notasen en nuestra salud eran 10.000, aunque el reciente análisis Relationship of Daily Step Counts to All-Cause Mortality and Cardiovascular Events asegura que la salud comienza a mejorar a partir de los aproximadamente 3.000 pasos.

El citado informe, elaborado a partir de 12 estudios distintos sobre más de 111.000 personas, indica que con andar entre 2.600 y 2.800 pasos diario el cuerpo ya sufre beneficios relacionados con la mortalidad, aunque estos serán mayores cuando más se ande, siendo de manera progresiva.

En dicho estudio se afirma que dar 2.000 pasos al día reduce un 8% el riesgo de mortalidad, mientras que andar 7.000 pasos al día lo reduce en un 50%, al igual que el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

De hecho, los expertos afirman que al andar por encima de los 10.000 pasos se estabiliza el beneficio, estando en esa cifra la cantidad de pasos asociada a un menor riesgo de mortalidad e incidencia de cáncer y enfermedad cardiovascular.

Esto no quiere decir que andar más de 10.000 pasos no sea beneficioso para la salud, ya que en el estudio Prospective Associations of Daily Step Counts and Intensity With Cancer and Cardiovascular Disease Incidence and Mortality and All Cause Mortality afirman que "caminar a una mayor cadencia puede estar asociado con una reducción adicional del riesgo, en particular de enfermedad de incidencia".

La forma correcta de andar

Siendo conscientes de que andar es beneficioso para la salud, la forma de hacerlo tiene una gran relevancia. Factores como la velocidad son importantes a la hora de obtener mejores resultados, ya que caminar rápido y a una mayor intensidad tendrá mayores beneficios. Las tres recomendaciones básicas a la hora de andar son las siguientes:

1. Introduce el hábito de caminar dentro de tus acciones cotidianas. El clásico ejemplo de esto es subir a casa por las escaleras en lugar de usar el ascensor o caminar por casa mientras hablas por teléfono.
2. Ponte objetivos realistas. No quieras pasar de no andar nada a querer caminar los 10.000 pasos, ponte objetivos alcanzables y ve aumentándolos cada poco tiempo.
3. La constancia es lo más importante. Es preferible dar menos pasos pero hacerlo todos los días que darse un atracón un día y estar dos parados.