Las avutardas son aves imponentes, conocidas por ser las más pesadas capaces de volar, con un peso que roza los 16 kilos y una envergadura impresionante de hasta 260 centímetros. Son el ave más voluminosa de la Península Ibérica y han sido objeto de asombro debido a sus fascinantes hábitos alimenticios. Pero lo que hace aún más excepcional a esta especie es su capacidad para buscar y consumir plantas con compuestos que podrían actuar como agentes antiparasitarios y antimicrobianos, lo que sugiere que estas aves podrían estar "automedicándose".
Un reciente estudio publicado en Frontiers in Ecology and Evolution revela el sorprendente comportamiento de las avutardas en su búsqueda de plantas con propiedades medicinales. A pesar de que se sabe que los animales en la naturaleza pueden recurrir a plantas con fines medicinales, demostrarlo de manera concluyente en animales salvajes es un desafío. Sin embargo, un equipo de científicos se propuso investigar si las avutardas buscan activamente plantas con compuestos antiparasitarios y antimicrobianos.
Las avutardas, clasificadas como especies "Vulnerables" en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encuentran en pastizales desde Europa occidental y el noroeste de África hasta Asia central y oriental, con aproximadamente el 70% de la población mundial residiendo en la península ibérica. Estas aves son notables por su tamaño y peso, y su estilo de vida nómada, lo que plantea cuestiones interesantes sobre su salud y capacidad de búsqueda de alimento.
Los machos de avutarda, que pueden llegar a pesar hasta 16 kilos, suelen recorrer grandes distancias durante la temporada de apareamiento, mientras que las hembras suelen permanecer fieles al área de distribución en la que nacieron durante toda su vida. Esta diferencia en los patrones de comportamiento de machos y hembras puede tener implicaciones para su salud y exposición a enfermedades. La temporada de apareamiento implica un gasto de energía significativo para los machos, lo que podría debilitar sus defensas inmunológicas y hacer que sean más vulnerables a las infecciones.
En este contexto, los científicos se propusieron investigar si las avutardas, en particular los machos, buscan plantas con compuestos activos contra enfermedades durante la temporada de apareamiento. Se recogieron excrementos de avutardas y se analizaron para determinar las especies de plantas que consumen. Los resultados revelaron que dos plantas, la amapola de maíz (Papaver rhoeas) y el bugloss de la víbora púrpura (Echium plantagineum), son consumidas con mayor frecuencia de lo esperado por su abundancia durante la temporada de apareamiento.
Lo más intrigante es que los análisis de estas plantas mostraron que sus extractos son efectivos para inhibir o matar protozoos y nematodos, que son organismos causantes de enfermedades. Además, el bugloss de la víbora púrpura también mostró actividad moderada contra hongos. Este hallazgo sugiere que las avutardas podrían estar utilizando instintivamente estas plantas con propiedades antiparasitarias y antimicrobianas para fortalecer sus defensas inmunológicas durante la temporada de apareamiento, haciéndolas más saludables y atractivas para las hembras.
Si bien este estudio arroja luz sobre el intrigante comportamiento de las avutardas en su búsqueda de plantas medicinales, los investigadores advierten que se necesita más investigación para confirmar de manera concluyente la automedicación en estas aves. La ciencia de la automedicación en animales salvajes plantea desafíos únicos, ya que no se pueden realizar ensayos controlados o estudios de dosis-efecto como en la medicina humana o veterinaria. Sin embargo, estos hallazgos abren una ventana al fascinante mundo de la naturaleza, donde incluso las aves más grandes pueden buscar plantas medicinales para su propio bienestar.