En nuestro país, el desperdicio de alimentos es un problema que preocupa a muchos hogares, ya que muy a menudo, productos perfectamente aprovechables terminan en la basura simplemente porque no sabemos que pueden congelarse sin problemas. Por eso en redes sociales hay perfiles que se dedican a mostrar algunos alimentos que se pueden congelar para conservarlos durante meses y cómo hay que hacerlo. Esto no solo ayuda a ahorrar dinero a las familias, sino también a reducir el impacto ambiental y a fomentar la cocina de aprovechamiento.
Algunos de los alimentos que se pueden congelar son las bolsas de mozzarella. Lo único que hay que hacer es cerrar bien la bolsa o pasar l queso a una bolsa completamente hermética para que no absorba olores de otros alimentos. Después, tan solo hay que guardarlo en el congelador. La mozzarella rallada puede durar mucho más tiempo si se congela tal y como se describe arriba. Este queso es perfecto para pizzas, lasañas o gratinados, y no pierde textura ni sabor tras descongelarlo. Cuando se necesite, basta con usar la cantidad que queramos directamente desde el congelador y dejar el resto conservándose.
Otro de los alimentos que se pueden congelar es el aguacate, que se estropea rápido una vez abierto. Sin embargo, se puede congelar sin ningún problema y se puede guardar entero, con la piel y todo, o, por el contrario, también se puede deshuesar el aguacate y guardar solo la pulpa dentro de una bolsa hermética.
El tomate es otro candidato perfecto para el congelador, especialmente si se utiliza para guisos, caldos o salsas. Una vez congelado, la piel se puede quitar fácilmente al entrar en contacto con el agua caliente. Además, esta técnica es muy útil para poder conservar y aprovechar este alimento que ya estén muy maduro antes de que se estropeen.
Las salsas también se pueden congelar el sobrante o incluso se puede hacer más cantidad para tenerla siempre lista en cuestión de minutos. Para ello, hay que guardarlas el bolsas herméticas y hacer pequeñas marcas sobre ella para dividirla en porciones. De esta manera, solo se descongelará la cantidad necesaria.
Uno de los alimentos que más se tiran en los hogares son el pan y las elaboraciones de repostería. La solución pasa por congelarlos y así evitar que se pongan duros o se estropeen. Para las barras de pan, es recomendable cortarlas en rebanadas antes de guardarlas en bolsas herméticas, para que sea más fácil descongelarlas.