Paula Fiorella Méndez3 min lecturaPedro Sánchez ha anunciado que las elecciones generales serán adelantadas al 23 de julio tras los malos resultados que han obtenido los socialistas en las elecciones del 28-M. El Presidente del Gobierno ha asegurado que “asume la responsabilidad de los resultados obtenidos”, en los que el PSOE ha sido derrotado en gran parte de los feudos municipales y autonómicos.
Durante las últimas horas, integrantes del conjunto socialista han comentado la posibilidad de que Sánchez tomara la decisión de realizar algunos cambios dentro del Gobierno, entre los que se encuentran la salida de ministros de Unidas Podemos del Ejecutivo, entre ellos Irene Montero, Ione Belarra, Alberto Garzón o Joan Subirats. Sin embargo, la decisión final ha sorprendido a todo el mundo.
Todo este repentino cambio ha sido anunciado esta mañana en el palacio de la Moncloa, asegurando que tras despachar con el Rey, convocará esta tarde un Consejo de Ministros extraordinario para materializar la decisión y disolver las Cortes Generales.
A su vez, el presidente del Gobierno ha aprovechado la situación para defender la gestión del Gobierno, destacando todo el trabajo realizado superando momentos tan difíciles como la pandemia y las consecuencias económicas de la guerra: "ha sacado adelante las grandes reformas comprometidas en el discurso de investidura, el programa de gobierno y los acuerdos con la Comisión Europea".
Por otro lado, muchas personas de alrededor de Sánchez han dudado de si este cambio repentino le beneficiará en algo, o si el resultado será el contrario. Estos advierten que esta decisión podría generar problemas en la Presidencia española del Consejo de la UE que comienza el próximo 1 de julio.
La derrota del PSOE ha sido clara. Los socialistas han perdido 15 de las 22 capitales de provincia en las que gobernaba, muchas de ellas bastante importantes como Sevilla, Valladolid, Castellón y Palma. Además, no han conseguido sumar en Valencia, donde formaban parte del Gobierno municipal de Compromís. Tampoco han logrado ser primera fuerza en Barcelona, donde se ha impuesto la lista de Xavier Trias.
Los socialistas han perdido las capitales andaluzas de Sevilla, Huelva y Granada, de las cuales tan solo conservan la alcaldía de Jaén. En Cádiz, la mayoría de votos también la han obtenido los azules.
También han podido notar una pérdida importante en Castilla y León al perder la alcaldía de Valladolid, Segovia y Burgos. En estas capitales la mayoría de votos han ido dirigidos a los populares y a VOX.
La derrota en Castilla La Mancha también ha sido destacable, pues hasta ahora el PSOE controlaba cuatro de las cinco capitales, mientras que después del 28-M sólo se quedarán con Cuenca.