Sara Portillo Maya5 min lecturaDesde que se comenzó a mostrar interés por este aspecto, en la última década han salido a la luz numerosos informes y estudios que muestran que es en la etapa de la adolescencia donde se produce el mayor abandono de las mujeres en el ámbito deportivo. Ante las muchas respuestas que tratan de resolver estas preguntas, en muchas ocasiones se ha hablado de una ausencia de referentes para ellas en los diferentes deportes o el desarrollo hormonal. Ante este panorama, la jugadora inglesa de hockey Tess Howard ha promovido un estudio para conocer el trasfondo de la situación y a palabras de ellas las conclusiones son "realmente alarmantes".
Los uniformes tienen mucho que ver con el abandono del deporte por parte de las adolescentes. En base al estudio, que se ha presentado en el Reino Unido, se concluye que el principal motivo por el que las niñas abandonan el deporte es la ropa, el uniforme deportivo. Ello se une a todo lo relacionado con la imagen y el temor "a la masculinización o tener percepciones masculinas o lesbianas en el deporte". En el 70% de los casos observados, las niñas abandonaron el deporte por estos motivos, entre los que también destaca el sentimiento de estar sexualizadas por el tipo de uniforme que debían llevar.
Además de eso, la investigación desarrollada por la internacional de hockey inglesa señala "las formas en que el uniforme puede contribuir a las tensiones dañinas de identidad atlética-femenina en las adolescentes".
La deportista propulsora de la investigación, ha asegurado lo siguiente: "El legado de los uniformes sexuados y sexualizados es histórico, se remonta a la época victoriana, cuando las mujeres y las niñas en el deporte tenían que encontrar formas de enfatizar su feminidad para ser aceptada en un mundo masculino, ya sea jugando tenis, cricket y hockey en faldas largas o sexualizando los uniformes de voleibol de playa y gimnasia, el legado aún existe".
Bien sonado fue el caso de julio de 2021 en el que las jugadoras noruegas de balonmano playa femenino recibieron una multa por no utilizar una parte inferior del bikini y decantarse por unos pantalones cortos durante la competición. En ese momento, hasta la cantante Pink se ofreció a pagar la multa. Debido a este polémico acontecimiento, la Federación Internacional de Balonmano se vio obligada a modificar el reglamento, de forma que las jugadoras ya no están obligadas a competir en bikini, permitiendo el uso de pantalones cortos. Eso sí, los pantalones tienen que ser ajustados.
Otro caso llamativo es el protagonizado recientemente por las jugadoras de la selección inglesa de fútbol femenino. En este sentido, la FA anunció recientemente que las jugadoras de la selección cambiarían el histórico color blanco de los pantalones de la equipación por uno azul. ¿El motivo? Evitar cualquier tipo de problema durante el periodo en el que las jugadoras estén menstruando.
A palabras de Tess Howard, "ninguna persona debe dejar de participar en cualquier deporte basándose únicamente en el uniforme que se requiere". Y ha proseguido: "Debemos poner el propósito del deporte en primer lugar y permitir que las personas disfruten de estar activas para obtener todos los beneficios claros". Con su estudio, pretende promover un cambio: "Mi sueño es ir a los Juegos Olímpicos, pero mi sueño también es unos Juegos Olímpicos con la opción de usar pantalones cortos o faldas", ha explicado.
Bajo el título ‘Practical, profesional o patriarchal? An investigation into the socio-cultural impacts og genderd school sports uniform and the role uniform plays in shaping female experiences of school sport’ (en español ‘¿Práctico, profesional o patriartal? Una investigación sobre los impactos socioculturales del uniforme deportivo escolar de género y el papel que juega el uniforme en la configuración de las experiencias femeninas del deporte escolar’, Deporte Educación y Sociedad), el estudio se puede leer completo en el portal de datos 'Taylor and Francis'.