La semana en El Hormiguero no ha podido arrancar con más fuerza. El presentador Pablo Motos ha aparecido con un cabestrillo tras ser operado de urgencias al romperse el 90% del tríceps de su brazo derecho boxeando con Omar Montes. Y como invitada de lujo en la noche del lunes apareció la influencer Marta Díaz, quien a sus 23 años vive la fama con cierta preocupación junto a Sergio Reguilón, jugador del Atlético de Madrid.
La sevillana ha hablado sin tapujos sobre los secretos de su profesión y ha confesado que no lleva especialmente bien las críticas que reciben tanto ella como su pareja: “Recibo odio a diario y, me duele decirlo porque es la realidad, pero creo que el odio está de moda. Está de moda criticar. Da igual la razón. Por lo que lleves, por lo que no, por con quien te juntes o con quien no. Es algo que no termino de entender mucho. Yo no me podría acostar tranquila pensando que he criticado a una persona que no conozco y me he quedado a gusto. Hay mucho odio, me llega por parte de Sergio, pero casi más por la mía".
El propio Reguilón también ha interactuado varias veces durante la emisión y ha sido cómplice de las bromas de Motos y Díaz en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando la realización ha pinchado la imagen con la que Marta festejaba los tres millones de seguidores: “Se ríe de mí por los outfits o por el pelo que me hago. Por mis poses también. Con esta foto me dijo que a dónde iba a fregar con los guantes. Estoy en un coche muy bonito celebrando los tres millones de seguidores y me dice que por qué tengo que ir a fregar los platos a esa hora”.
En su participación en el programa, uno de los secretos que más ha impactado a Pablo Motos ha sido el del tiempo que pasa 'colgada' a su teléfono móvil: "Me da vergüenza porque hoy me ha saltado la notificación y he de reconocer que trabajo, pero tengo mucho ocio. Son más de diez horas. Lo tengo que cargar unas tres o cuatro veces al día”.
Su hermano es creador de contenido en Internet y fue quien le animó a empezar "como algo divertido" en lo que hoy es su profesión. Y ahora ya tiene todo un equipo de trabajo a su cargo: “Entre mi equipo de representación, cámara, editor, maquillador y peluquero, somos unas once o quince personas trabajando”.