Dani Alves sigue en su empeño de lograr la libertad provisional para salir de la cárcel, algo que la Jueza del caso ya ha rechazado con anterioridad. La defensa del brasileño argumenta que es "impensable" que trate de huir, dado que tiene un "proyecto de vida" en Barcelona, tirando como último recurso de la escolarización de sus hijos en un centro de la Ciudad Condal.
Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, los abogados del futbolista, han presentado un recurso en la Audiencia de Barcelona contra la decisión de la jueza instructora de mantenerlo en prisión preventiva, en la que ingresó el pasado 20 de enero acusado de abusar sexualmente de una joven en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de la capital catalana.
El brasileño pidió quedar en libertad el pasado 20 de abril tras comparecer a petición propia ante la jueza para dar su cuarta versión sobre lo ocurrido en la mencionada discoteca.
Los abogados de Alves sostienen en su recurso que el riesgo de fuga es "inexistente" dado que las pruebas de la causa proporcionan una "sólida perspectiva y músculo" para la defensa. "Dani Alves puede y quiere defenderse y no eludirá el proceso", remacha el escrito al que tuvo acceso la Agencia EFE.
"Resulta impensable la aventura de fuga" del futbolista porque la huida supondría "una carga insufrible para el sujeto y un innecesario desdoro propio y para la familia e hijos" que Alves "no quiere provocar", afirman los letrados del brasileño.
Además de negar el riesgo de huida del país del exfutbolista, la defensa de Alves también quiere basar su estrategia en cuestionar la versión de la víctima. Para ello aportaron al juzgado un informe que analizaba las imágenes del interior de la discoteca, reivindicando que ese documento es de una utilidad "incuestionable" y justifica que lo haya elaborado una agencia de detectives en el hecho de que "esos profesionales manejan los programas informáticos precisos" para ampliar, ralentizar y acelerar las imágenes sin manipulación.
El escrito insiste en cuestionar el relato de la víctima, que según la defensa se ve "arrastrada por una precipitación de acontecimientos", tras lo que "huye adelante" para justificar los motivos por los que entró en el lavabo con el futbolista.
La última vez que Alves compareció, el brasileño sostuvo un relato "con solvencia, linealidad, sin quiebros de contradicción y ofreciendo una versión revestida de racionalidad", frente a su primera "errática y desnortada" declaración, en la que a toda costa pretendía ocultar su infidelidad ante su esposa.