Dani Alves ha sorprendido al mundo regalando una entrevista a La Vanguardia, donde ha respondido a diferentes preguntas acerca de la supuesta violación que cometió a una joven de 23 años en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona que ha hecho que permanezca en prisión desde el pasado 20 de enero.
Desde la cárcel, donde ya lleva cinco meses encarcelado, Alves se ha mostrado agradecido por poder contar su versión de lo sucedido y que lo ha hecho llegar a encontrarse en esta situación.
Tal y como dejó claro el futbolista, tenía ganas de poder hablar con un medio de comunicación y que sus palabras y parte de la historia saliera a la luz, que el mundo también conociera la otra cara del caso que en mayor parte ni se ha tenido en cuenta, asegurando que el relato sobre lo que sucedió aquella madrugada “no tiene nada que ver con lo que pasó, ni con lo que hizo”.
Por otra parte, también confesó que otra de las intenciones que ha tenido para dar su primera entrevista desde que se encuentra en prisión es para pedir perdón públicamente a su mujer, Joana Sanz, con la que lleva ocho años casado y con la que según él, espera seguir toda la vida
“La quiero y este tiempo en prisión he pensado mucho en nuestro matrimonio. Tengo la certeza de que no me equivoqué al elegir a Joana como mi mujer. Aunque quizás ella sí se equivocó conmigo”, recalcó Alves.
Tras pedir disculpas, el futbolista volvió a dar el mismo relato de los hechos que ya contó el pasado 17 de abril en el juzgado 15 de Barcelona, sosteniendo la misma versión: que realizó un pacto con la joven sobre que mantendrían relaciones sexuales en el baño.
“Todo lo que pasó y no pasó allí dentro solo lo sabemos ella y yo”, declaró Alves.
El jugador transmitió durante la entrevista su indignación con la discoteca y el comportamiento que tuvieron con todo lo sucedido, ya que es un cliente habitual desde 2008, donde ha acudido siempre con su mujer y amigos, y donde según asegura, siempre ha mostrado un comportamiento ejemplar, por lo que considera que debieron actuar diferente y citarle en algún lugar privado al conocer las noticias y las acusaciones de la joven.
Por otro lado, Alves también comentó que nunca supo que la supuesta víctima estuvo llorando, pues en caso de haberlo sabido, mínimamente hubiera hablado con ella. Asegura que todo lo supo tras ver los vídeos y con la denuncia que le llegó al día siguiente a su casa, después de pasar una noche bastante mala al lado de su mujer por lo sucedido: “Me duché porque mi mujer ya dormía y me avergonzaba de la infidelidad. Me enjaboné con rabia. Me acosté en otra cama”.