Sevilla revive con dolor otro 24 de enero. Lo lleva haciendo 14 años, desde aquel fatal sábado tormentoso de 2009, cuando Marta del Castillo, de solo 17 años, salió con sus amigos y jamás volvió a casa. Sus padres, sus familiares y allegados llevan más de una década clamando justicia para la joven, cuyo cuerpo nunca llegó a aparecer.
Sobre las 11:00 horas, con un frío helador, se ha celebrado una concentración en los Jardines de Murillo, a la que ha seguido un recorrido silencioso hasta los juzgados del Prado de San Sebastián y la ofrenda florar en honor a la joven. Un cuadro de Marta, apoyado sobre una palmera, se ha llenado de ramos en un lugar estratégicamente elegido. Para "remover conciencias", ha dicho el abuelo de la víctima, José Antonio Casanueva, para que los jueces "vean lo que pide el pueblo" y "que de una vez por todas se haga Justicia".
Los familiares piden justicia sin descanso, arropados por una pancarta: “Marta, España no te olvida. Justicia, sí. ¿Por qué?”. Los familiares piden que la investigación continúe para dar respuesta a todas las incógnitas del caso que siguen abiertas.
La Vanguardia recoge que ha sido una jornada dura en la que se ha recordado cómo Marta salía ese día de casa para disfrutar con sus amigos y uno de ellos, Miguel Carcaño, el autor confeso del crimen y único condenado por ello, le quitó la vida en su casa de León XIII, iniciándose ahí el calvario de toda una familia que, años tras año, ha venido sufriendo distintos varapalos judiciales.
Desgarradora ha sido la intervención del abuelo, de 86 años: “Nos están quitando la vida”. El hombre asegura que no entiende cómo se podía archivar la pieza separada para buscar el cuerpo de su nieta. “No dejaré de buscarla”, comentaba, algo que lleva haciendo durante 14 años, tiempo en el que se le ha podido ver peinando los distintos puntos ‘calientes’ donde se sospechaba que podían haberla hecho desaparecer, bien solo o bien con algunos amigos suyos que han hecho como propia esta causa.
Casanueva, en una rueda de prensa ante los medios, hacía referencia a “una mano negra” que impide que la verdad de este crimen salga a la luz