Este miércoles dos noticias antagónicas se relacionaron en un debate nacional. La noche antes, el padre de Ansu Fati, futbolista del FC Barcelona, incendió el mundo del fútbol español con unas declaraciones en las que criticaba el poco protagonismo de su hijo en el Barça y mencionó la posibilidad de salir del conjunto azulgrana si la cosa no mejoraba para Ansu.
Esa misma noche, la revista '¡Hola!' anunció en exclusiva que la actriz y presentadora de televisión Ana Obregón había sido madre a los 68 años a través de gestación subrogada, algo ilegal en España y que realizó en Estados Unidos.
Primero se supo lo del padre del futbolista, aunque la noticia de Ana Obregón fue la que tuvo más recorrido el miércoles, puesto que generó un debate nacional en torno a los vientres de alquiler, ya que no hay que olvidar que las elecciones están a la vuelta de la esquina y los políticos aprovechan cualquier cosa para hacer su campaña.
Podrían pensar que la relación de ambas historias es que la cantera del Sevilla fue 'el vientre de alquiler' que el Barça usó con Ansu Fati, donde ahora su padre parece querer volver, pero lo cierto es que esa práctica, entiéndase el símil, es muy común en el mundo del fútbol español, con los grandes equipos nutriéndose de las canteras más modestas. Aunque no van por ahí los tiros.
La similitud de ambos casos está en que los padres parecen anteponer sus intereses al de sus hijos. Más allá de la práctica elegida por Ana Obregón para 'tener' a la pequeña, algo que sin duda da para otro debate, la edad con la que la actriz ha decidido dar ese paso limita su capacidad para cuidar de la niña hasta que esta sea autosuficiente, lo que hace cuestionable el motivo de dicha acción. En el caso del padre de Ansu, tal y como indica 'Relevo', al futbolista le pillaron por sorpresa y durmiendo las palabras de su padre, a quien dio la impresión que le pudieron sus ganas de volver a Sevilla más que el deseo de su hijo de seguir en el Barça.
Seguro que Ana Obregón y Bori Fati actuaron con la mejor de las intenciones y que ambos estarán de acuerdo en que ninguno quería generar la repercusión que han tenido con sus actos y palabras, pero quizás el haberse dejado llevar por el corazón, más que por la cabeza, no haya sido lo mejor para los verdaderos protagonistas de esta historia.