Hugo Mallo fue declarado este jueves culpable de abuso sexual por el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona, que consideró probado que el futbolista hizo tocamientos a la persona que trabajaba como mascota del RCD Espanyol durante el partido de LaLiga entre el conjunto blanquiazul y el Celta de Vigo disputado el 24 de abril de 2019, en el RCDE Stadium.
El magistrado Salvador Roig Tejedor impuso una multa de 1.000 euros en concepto de indemnización de daño moral. Además, el ahora futbolista del Aris de Salónica griego deberá pagar diez euros diarios de multa durante 20 meses y los costes procesales.
Carme Coma, la mujer que ejercía como mascota aquel día, habló por primera vez de lo ocurrido tras conocerse la sentencia. La víctima estuvo la misma noche del jueves en Onda Cero y la Cadena COPE, donde recordó que "tenía muy claro que quería denunciar y lo hice el día después. Sentía ira, asco".
"Llevo cinco años con presión, vergüenza y miedo a que se supiera mi identidad porque soy una persona anónima. Estoy satisfecha porque por fin el juez ha acreditado que lo que a mí me pasó es veraz ... Se ha hecho justicia", dijo Coma.
La víctima contó que "llevo cinco años callada con medios detrás de mí para que hablara y no lo he hecho por respeto a mí y al proceso judicial, pero ahora que se sabe la sentencia me pregunto ¿por qué me tengo que callar? ¿Por qué me tengo que esconder? Yo no he hecho nada malo".
"En cierto modo me reconforta, me hace creer que la justicia tiene sentido y me ha ayudado a que alguien anónima, que no tenía la necesidad de pasar estos cuatro años, pero estoy satisfecha porque me he defendido con mis herramientas. Estoy satisfecha. Ha quedado claro bastante claro en la sentencia. Esto es lo que yo he denunciado. En ese momento me quedé en shock, lo intenté apartar y grité 'cabrón', pero nadie me escuchó porque estaba bajo el disfraz y en un estadio. Me dejó absolutamente chocada. No nos conocíamos de nada", siguió contando.
"Al año y medio, el juzgado de Cornellá archiva el caso. Lo recurrimos y se vuelve a abrir el caso. Esto ha sucedido de verdad y soy una persona normal... Tomé la decisión (de denunciar) muy pronto, el día después. Escribí un mail de repulsa al Celta y al Espanyol, que me ofreció ayuda desde el minuto cero, tanto personal como legal", añadió.