"No puede haber Mundial en España si no hay presidente en la Federación", así de tajante se mostró este pasado miércoles la FIFA en Madrid en boca de su director legal, Emilio García Silvero. Tanto García Silvero como Angelo Rigopoulos, Managing Director of Integrity & Regulatory de la UEFA, mantuvieron una reunión con el Consejo Superior de Deportes en la que también estaba representada la RFEF. Un cónclave a cuatro bandas que, en boca de los presentes, resultó "positivo" y del que todos salieron convencidos que "desde el CSD se quiere ayudar para que haya un proceso electoral" y "solucionar un claro problema existente desde hace más de un año" en la Federación española de fútbol.
"El próximo 11 de diciembre, el congreso de la FIFA, elegirá la sede del Mundial 2030 serán las más de 200 federaciones, las que deben dar su confianza a un proyecto de largo recorrido, pero para ello la Federación debe tener un presidente", apostilló Emilio García Silvero tras un reunión que por parte del CSD estuvieron presentes los miembros de la Comisión de normalización creada para controlar a la Federación, con Vicente del Bosque a la cabeza. Un gesto para tratar de salvar el Mundial 2030 que tanto FIFA como UEFA valoraron positivamente.
Sorprende notablemente ahora, por tanto, la información avanzada por IUSport, que habla de que Vicente del Bosque se habría cansado de que el Gobierno lo estuviera 'utilizando' sin una cobertura legal cierta y estaría meditando seriamente presentar su dimisión como presidente de la Comisión de Representación, Normalización y Supervisión de la RFEF, la cual no es aceptada por la UEFA ni la FIFA.
El CSD invocó como título habilitante para su creación el artículo 1.2 de la vigente Ley del Deporte, por el que “corresponde a la Administración General del Estado la representación del deporte español y la supervisión pública del sector en aquellos aspectos que se consideran de interés general del Estado". Sin embargo, no se trata de un precepto sustantivo, sino uno incluido dentro de los "Principios generales de la ordenación deportiva".
El Gobierno, según la citada fuente, debió limitarse a aplicar el artículo 62, el cual no autoriza al Gobierno a implementar la citada Comisión de Supervisión. Es decir, la citada Comisión del CSD no se sostiene en términos legales, de ahí que haya sido apodada como fantasma y se haya movido en un segundo plano.
Vicente del Bosque es una figura muy respetada en el mundo del deporte tanto a nivel nacional como internacional, de ahí que no pille por sorpresa a nadie su enojo, pues no cuenta con un respaldo legal para poder trabajar en la misión que se le encomendó.